Una caída de cinco puntos porcentuales respecto a la semana pasada evidencia la aprobación a la gestión del Presidente Gabriel Boric, según consigna la encuesta Plaza Pública que realiza Cadem, estadística que se enmarca tras la renuncia de Manuel Monsalve a la Subsecretaría del Interior, tras ser denunciado por una presunta violación. El hecho remeció a La Moneda el pasado martes 15 de octubre, cuando el director general de la PDI, Eduardo Cerna, informó del caso a la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien a su vez le dio cuenta al Mandatario de la situación que involucraba a uno de los hombres clave de su gobierno. Pese a lo anterior, recién la tarde del jueves 17, cuando el caso ya había sido difundido por los medios de comunicación, Monsalve anunció públicamente su renuncia, dejando un manto de dudas y cuestionamientos respecto a los cursos de acción que no adoptó el Ejecutivo tras enterarse del hecho. Al respecto, el sondeo de opinión semanal arrojó que la aprobación de Boric bajó de un 32% a un 27%, mientras que su desaprobación subió del 60% al 65%, siendo el peor resultado desde la primera semana de mayo, fecha posterior al asesinato de los tres carabineros en la comuna de Cañete. Misma situación enfrenta la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien registró un desplome de once puntos, cayendo del 46% al 35% en el último mes. De esta forma, se agudiza la crisis en la cartera encargada de la seguridad pública, que viene antecedida de diversos episodios delictuales y criminales, donde sectores opositores han exigido al gobierno la salida de Tohá, incluso con una fallida acusación constitucional que no fue respaldada por el Parlamento. Gabinete En torno al gabinete, los mejor evaluados son el ministro del Deporte, Jaime Pizarro (que cayó del 78% al 66%); la titular de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara (56%) y la jefa de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo (55%). Por otra parte, los peor calificados son la ministra vocera Camila Vallejo (38%); el titular de Educación, Nicolás Cataldo (37%) y –tal como se indicó previamente- la ministra Tohá (35%). Otra de las novedades es la caída en la aprobación del ministro de Hacienda Mario Marcel, quien en septiembre alcanzaba el 55%, mientras que esta semana registra un 47%. En evaluación de instituciones, Bomberos (96%), el Registro Civil (81%) y la Armada (80%) son las mejor evaluadas, mientras que el Congreso (21%), la ANFP (20%) y los partidos políticos (14%) siguen siendo los peor evaluados. Fuente: latercera.com
En diciembre de 2019, dos meses después del estallido social, el 74% de los chilenos creía que seríamos un mejor país, a partir del inédito remezón político y social que estaba ocurriendo y que tenía a toda la clase política en el paredón. A cinco años de eso, la percepción cambió bruscamente y sólo un 6% cree que estamos mejor, mientras un 68% estima que el 18 de octubre tuvo consecuencias negativas y marcó un período de declive en la calidad de vida de los chilenos. Y que este se extinguió por la pandemia (67%), más que por el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que firmaron los partidos el 15 de noviembre (22%). Este es el calibre del derrumbe que la evaluación de la crisis de 2019 tiene entre los chilenos, según el estudio No lo vimos, ¿lo vemos?, elaborado por Cadem, que cruzó información de varios focus group realizados ese año, en pleno estallido, con otros realizados en septiembre pasado, además de mil encuestas on line. “El estallido tuvo un alto costo. Nadie ganó, todos perdimos. No se lograron los cambios que se creían necesarios”; “nos enfrentamos con violencia y nos avergüenza y entristece su epílogo”, son algunas de las frases de los participantes en los recientes grupos de discusión. “El estudio muestra una transición de la esperanza que había hace cinco años al miedo que existe hoy en el país”, afirma Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos de Cadem. “La actual opinión está cruzada por el sentimiento de haberse farreado la oportunidad y, por otra parte, por el hecho de que todo se nos fue de las manos, produciendo efectos negativos”, agrega. Pese a la profunda decepción de lo ocurrido a partir de 18/O, manifestada mayoritariamente por los encuestados, el estallido es considerado transversalmente como un hito trascendental en nuestra historia política contemporánea, desplazando al Golpe de Estado, la dictadura militar, el plebiscito de 1988, la “revolución pingüina” y el primer triunfo de Michelle Bachelet, entre otros acontecimientos. Mismas causas y blindaje a Piñera Un dato que llama la atención es que la mayoría de los encuestados (58%) sigue pensando que lo ocurrido hace cinco años fue la expresión de un descontento social generalizado, el cual se mantiene latente, y que no fue un “estallido delictual”, un concepto que ha intentado instalar la derecha y que apoya un 34%. De hecho, al desglosar por sector político, son quienes se identifican de ese sector quienes más apoyan esa idea (65%), versus quienes se dicen de izquierda, que mayoritariamente respaldan que fue un descontento generalizado (90%). Casi el mismo porcentaje (57%) estima que lo ocurrido fue necesario para visibilizar los problemas que vivía el país y que ellos se mantienen hoy, como las bajas pensiones y sueldos, mala educación y salud, y abusos empresariales. El 28 de octubre de 2019, los consultados atribuían el malestar a la desigualdad, al alza de los $ 30 en el pasaje del Metro y a la indolencia y desconexión de las autoridades. “Tengo un tumor hace siete años en las mamas y sigo esperando que me llamen para operarme. Fui al Hospital de Carabineros y me dijeron que me operaban si pagaba $ 7 millones que no tengo”, señalaba en ese entonces Savka, estudiante de 24 años. Hoy, al preguntar sobre las razones que sustentaron el estallido, las respuestas son prácticamente las mismas y las personas siguen recordando las frases sentidas como “burlas” de varios ministros del gobierno anterior que habrían encendido la chispa. Entre ellas, el hacer vida social en los consultorios, comprar flores y levantarse más temprano. También se encuentran vivos episodios como el del expresidente Sebastián Piñera celebrando el cumpleaños de uno de sus nietos en una pizzería en Vitacura la noche del 18 de octubre y su frase “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, dicha por él tres días después. “No sé qué pelotudo dijo: ‘Levántense más temprano, o que la gente hacía vida social en los consultorios’. Como si fuera agradable a las 6 am estar cagado de frío esperando al doctor que te va a ver en cinco minutos”, recuerda hoy uno de los encuestados. Esto, según Izikson, demuestra la responsabilidad de las élites y de los gobiernos y lo que pueden ser capaces de provocar a través de sus dichos y acciones. Sin embargo, a diferencia de 2019, cuando Piñera era el principal blanco de las críticas y rayados en las calles del país, hoy -tras su trágica muerte el 6 de febrero de este año- las personas no lo asocian a la crisis ni lo culpan de sus efectos. Más bien se tiende a omitir su rol. “Piñera se ve neutralizado, su papel en el estallido lo matiza su legado de dos gobiernos”, explica Izikson. Del octubrismo al ‘septiembrismo’ El estudio revela llamativas diferencias entre la percepción de varios tópicos que fueron simbólicos en la revuelta. Uno de los principales es el fin de la legitimidad del uso de la violencia para lograr cambios políticos. Es así como si ese año un 28% de los consultados la justificaba para avanzar en transformaciones, hoy es sólo un 5% y un 87% se plantea en desacuerdo. En contraparte -y como es esperable-, los entrevistados plantean que el uso de la fuerza por parte de Carabineros y las FF.AA. fue más proporcional (55%, antes 27%) que excesiva (39%, antes 69%). Incluso, se modera la percepción de que hubo violaciones sistemáticas a los derechos humanos: si en octubre de 2019 un 49% estaba muy o bastante de acuerdo, hoy lo está un 31%. Y como en los últimos años lo han venido mostrando distintas encuestas, la mayoría de los chilenos vuelve a valorar el rol de Carabineros, pasando de un 38% de apoyo en 2019 a un 53% en la actualidad, mientras un 39% lo desaprueba. El apoyo a la policía uniformada, según Izikson, tiene mucho que ver con la actual crisis de inseguridad que vive nuestro país y que es la principal preocupación de los chilenos (70%). “Hay una transición del octubrismo al septiembrismo, por así decirlo, a la recuperación de las tradiciones, las instituciones, los valores, la bandera, Carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas”, señala Izikson. A la inversa, se derrumban estrepitosamente todas las formas de protesta que hubo durante el estallido. Las evasiones masivas en el Metro bajan del 44% al 20%; la primera línea, del 60% al 23%, y el que baila pasa, del 38% al 16%. Sólo el caceroleo (69%) y las marchas (55%) mantienen un alto nivel de apoyo. Para demostrar el giro, el estudio recoge una frase de un focus del 2019: “La primera línea te defiende. Antes eran los encapuchados, los vándalos, pero ahora pasaron a ser los héroes. Gracias a ellos podemos seguir luchando”, y otra de ahora: “Estaban alegando por los 30 pesos, pero le estaban destruyendo su puestito a la señora de la esquina. Ese tipo de cosas dan rabia”. Boric y el desencanto Otros puntos llamativos radican en la derrota de diversos símbolos que marcaron al estallido, como el sentimiento de comunidad, la irrupción de lo joven y la reacción ciudadana. Especialmente lo segundo es representativo de la evaluación que hoy existe sobre la crisis, puesto que también se le vincula con la generación que hoy gobierna tras llegar a La Moneda en 2021. Según el sondeo, los chilenos siguen identificando a los jóvenes como los impulsores y protagonistas del estallido, pero hoy muestran una desilusión por la forma en que condujeron el proceso y lo nuevo ya no es garantía de satisfacción ni de probidad. Hace cinco años, la ciudadanía mostraba un desprecio por la política tradicional y ponía sus esperanzas en el Frente Amplio y en dirigentes jóvenes como Gabriel Boric, Irací Hassler, Karol Cariola, Camila Vallejo y figuras independientes. Ahora, las personas vuelven a revalorar la experiencia y la trayectoria política, un dato clave a un año de la elección presidencial. Entre los principales factores que movieron el péndulo -según el estudio- se menciona la desilusión que produjo la Lista del Pueblo y sus principales actores; el fracaso de la Convención Constitucional; el desempeño del gobierno de Boric, y el caso Fundaciones, que generó el escándalo de corrupción más grande que haya tenido que enfrentar el actual gobierno. En esa línea, el recuerdo del rol en 2019 se ha vuelto más negativa, tal como lo han demostrado otras encuestas de opinión. Si en noviembre de ese año un 46% aprobaba su imagen y un 49% la rechazaba, hoy esos números se dieron vuelta: un 28% lo evalúa positivamente y un 61% lo reprueba. Y si bien algunas de sus declaraciones sobre el estallido no han logrado instalarse con credibilidad -por ejemplo, un 66% no le cree que jamás festinó con la imagen del perro matapacos-, hay más consenso en torno a su rechazo actual a la violencia (48% de acuerdo) y a que tuvo voluntad para llegar a acuerdos (41% de acuerdo y 43% en desacuerdo). En general, todo el poder es recordado de manera mayoritariamente negativa. Los peores rankeados son el Congreso (79% de imagen negativa), el Partido Comunista (77%) y el PS, PPD, DC y radicales (67%). Mientras que quienes tienen un mejor recuerdo son el expresidente Piñera (46% de imagen negativa), los empresarios (59%) y Gabriel Boric (61%). Otro giro que revela el estudio, explica Izikson, es el fin del “sentimiento de comunidad” que caracterizó el estallido, con sus marchas masivas, sus símbolos y la alta participación de la gente en redes sociales. El concepto Plaza Dignidad, por ejemplo, pierde sentido y hoy genera incomodidad y pudor. En 2019, un 44% dijo haber participado en una movilización o marcha, hoy sólo un 27%. “Hay un traspaso de la culpabilidad que me sorprendió mucho. Ya no son sólo los poderosos los culpables, también somos nosotros -los ciudadanos-, que nos farreamos una oportunidad, no escogimos bien a los representantes de los procesos constitucionales, no nos informamos lo suficiente, nos dejamos llevar por fake news...”, agrega Izikson. Fuente: latercera.com
Insatisfacción con el sistema político y el Poder Judicial. Este domingo se dio a conocer la primera encuesta Cadem del mes de octubre, que señala que el 90% se declara insatisfecho con el funcionamiento del sistema político y 43% cree que la reforma más importante es reducir el número de parlamentarios, seguida por limitar la excesiva cantidad de partidos políticos (23%, 10 puntos más que en la encuesta de marzo). El porcentaje de quienes creen que es muy o bastante importante que el Congreso avance en una reforma al sistema político subió de 65% a 74% desde marzo a octubre. En tanto, el 92% está insatisfecho con el funcionamiento del Poder Judicial y el 44% cree que la reforma más importante es corregir la reforma procesal penal para fortalecer la seguridad pública, seguida por el cambio en el sistema de nombramiento de jueces. Polarización política. Por otro lado, en comparación a abril de 2019, los partidos de derecha se perciben más a la derecha y los de izquierda más a la izquierda. En una escala de 1 a 10, donde 1 representa a la izquierda y 10 a la derecha, los ciudadanos se ubican en promedio en una nota 5,6, sin cambios con respecto a 2019. En ese sentido, el Partido Republicano obtiene una nota 8,2; la UDI 7,5 (1,2 puntos más que hace cinco años); RN 7,2 (1,3 puntos más que en 2019); Evópoli 6,6 (0,9 puntos más que hace cinco años), la Democracia Cristiana 4,7 (-0,2 puntos menos que hace media década); PPD 3,7 (-0,6 puntos menos que en 2019); el PS 3,0 (0,6 puntos menos que hace cinco años), el gobierno del Presidente Boric 2,9; el Frente Amplio 2,6 y el PC 1,7 (1,3 puntos menos que en 2019). El partido mejor evaluado es el PS, que ha bajado 6 puntos desde 2019 a 30%, seguido por el Partido Republicano con 29%. RN cae 16 puntos a 28%, Evópoli baja 12 puntos a 27% y el PPD cae 6 puntos a 26%. Les siguen luego Demócratas y el Frente Amplio ambos con 23%. La imagen de la DC cae 15 puntos a 21%, la de la UDI 16 puntos a 20% y la del PC baja 6 puntos a 18%. Aprobación del Presidente. Finalmente, en la primera semana de octubre, un 34% aprueba y un 57% desaprueba la gestión del Presidente Boric, sin cambios significativos en relación a la encuesta de la semana pasada. Fuente: ex-ante.cl
La encuesta de Cadem, correspondiente al 27 de septiembre de 2024, reveló la opinión de los chilenos respecto al denominado Caso Audios, que involucra al abogado Luis Hermosilla, actualmente en prisión preventiva, y ministros de la Corte Suprema. Al respecto, según el estudio, un 74% de los encuestados ha oído hablar del Caso Audios, mientras que un 63% asocia este escándalo con la figura de Hermosilla. El caso adquirió mayor relevancia debido a las acusaciones constitucionales que se han presentado en el Congreso -por el oficialismo y la oposición- contra varios ministros de la Corte Suprema, entre ellos Ángela Vivanco, Jean Pier Matus y Sergio Muñoz. Consultados sobre cómo proceder frente a estas acusaciones, un 61% de los encuestados consideró que las acusaciones deben resolverse mediante los procesos internos de evaluación y remoción dentro de la misma Corte Suprema, mientras que un 30% opina que el Congreso debería intervenir mediante las acusaciones constitucionales. Finalmente, a quienes participaron del estudio, se les consultó su opinión respecto a algunos supremos. En ese sentido, el 54% aseguró tener una negativa imagen de Ángela Vivanco, la ministra peor evaluada de todas. Fuente: cnnchile.com
Para el Presidente del Gremio, Mario Aguilar, “hay una coincidencia muy evidente entre lo que hemos planteado como Colegio de Profesores como prioridad en Educación y lo que la población está pensando, no así con lo que han sido las políticas educacionales de los últimos años en Chile y lo planteado por la clase política como prioridad, quienes siempre están preocupados de cuestiones que no van al fondo de lo realmente central, en ese sentido Gremio y ciudadanía estamos coincidiendo bastante” Si bien, para el líder gremial Docente el sondeo presenta evidentes problemas metodológicos, en especial en sus preguntas, pese a ello, entrega luces sobre los temas de Educación. El Presidente del Gremio Docente destacó que entre esos figuran “delincuencia y narcotráfico, tema que nosotros nos hemos atrevido a denunciar desde hace tiempo, todo el tema de seguridad en los colegios. Deserción Escolar e Infraestructura, ambos, hoy la población claramente las identifica como necesidades reales importantes, problemas graves en educación, en ese sentido hay bastante coincidencia”. Respecto a las “Prioridades, si se destinaran más recursos para educación” Mario Aguilar explicó que “de seis destacadas por los encuestados, cuatro de ellas han sido planteadas claramente por nuestro gremio, como son “ Mejorar la Infraestructura de los Colegios”; “ Evitar la deserción escolar”, acá hemos planteado que es necesario contar con un currículum más integral y más atractivo para el estudiante; “Subir sueldo a Profesores” y “El Pago de la Deuda Histórica”, es altamente valorado por la población que se debe dar solución a esta injusticia que ha habido durante décadas”. Por último, el Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, sostuvo respecto a la Condonación del CAE “también es un compromiso del Gobierno que debe cumplir, en especial, porque hoy muchísimos profesores que están trabajando son deudores Cae, quienes no han podido pagar por sus bajos sueldos o la inestabilidad laboral”.
Una caída de cinco puntos porcentuales respecto a la semana pasada evidencia la aprobación a la gestión del Presidente Gabriel Boric, según consigna la encuesta Plaza Pública que realiza Cadem, estadística que se enmarca tras la renuncia de Manuel Monsalve a la Subsecretaría del Interior, tras ser denunciado por una presunta violación. El hecho remeció a La Moneda el pasado martes 15 de octubre, cuando el director general de la PDI, Eduardo Cerna, informó del caso a la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien a su vez le dio cuenta al Mandatario de la situación que involucraba a uno de los hombres clave de su gobierno. Pese a lo anterior, recién la tarde del jueves 17, cuando el caso ya había sido difundido por los medios de comunicación, Monsalve anunció públicamente su renuncia, dejando un manto de dudas y cuestionamientos respecto a los cursos de acción que no adoptó el Ejecutivo tras enterarse del hecho. Al respecto, el sondeo de opinión semanal arrojó que la aprobación de Boric bajó de un 32% a un 27%, mientras que su desaprobación subió del 60% al 65%, siendo el peor resultado desde la primera semana de mayo, fecha posterior al asesinato de los tres carabineros en la comuna de Cañete. Misma situación enfrenta la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien registró un desplome de once puntos, cayendo del 46% al 35% en el último mes. De esta forma, se agudiza la crisis en la cartera encargada de la seguridad pública, que viene antecedida de diversos episodios delictuales y criminales, donde sectores opositores han exigido al gobierno la salida de Tohá, incluso con una fallida acusación constitucional que no fue respaldada por el Parlamento. Gabinete En torno al gabinete, los mejor evaluados son el ministro del Deporte, Jaime Pizarro (que cayó del 78% al 66%); la titular de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara (56%) y la jefa de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo (55%). Por otra parte, los peor calificados son la ministra vocera Camila Vallejo (38%); el titular de Educación, Nicolás Cataldo (37%) y –tal como se indicó previamente- la ministra Tohá (35%). Otra de las novedades es la caída en la aprobación del ministro de Hacienda Mario Marcel, quien en septiembre alcanzaba el 55%, mientras que esta semana registra un 47%. En evaluación de instituciones, Bomberos (96%), el Registro Civil (81%) y la Armada (80%) son las mejor evaluadas, mientras que el Congreso (21%), la ANFP (20%) y los partidos políticos (14%) siguen siendo los peor evaluados. Fuente: latercera.com
En diciembre de 2019, dos meses después del estallido social, el 74% de los chilenos creía que seríamos un mejor país, a partir del inédito remezón político y social que estaba ocurriendo y que tenía a toda la clase política en el paredón. A cinco años de eso, la percepción cambió bruscamente y sólo un 6% cree que estamos mejor, mientras un 68% estima que el 18 de octubre tuvo consecuencias negativas y marcó un período de declive en la calidad de vida de los chilenos. Y que este se extinguió por la pandemia (67%), más que por el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que firmaron los partidos el 15 de noviembre (22%). Este es el calibre del derrumbe que la evaluación de la crisis de 2019 tiene entre los chilenos, según el estudio No lo vimos, ¿lo vemos?, elaborado por Cadem, que cruzó información de varios focus group realizados ese año, en pleno estallido, con otros realizados en septiembre pasado, además de mil encuestas on line. “El estallido tuvo un alto costo. Nadie ganó, todos perdimos. No se lograron los cambios que se creían necesarios”; “nos enfrentamos con violencia y nos avergüenza y entristece su epílogo”, son algunas de las frases de los participantes en los recientes grupos de discusión. “El estudio muestra una transición de la esperanza que había hace cinco años al miedo que existe hoy en el país”, afirma Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos de Cadem. “La actual opinión está cruzada por el sentimiento de haberse farreado la oportunidad y, por otra parte, por el hecho de que todo se nos fue de las manos, produciendo efectos negativos”, agrega. Pese a la profunda decepción de lo ocurrido a partir de 18/O, manifestada mayoritariamente por los encuestados, el estallido es considerado transversalmente como un hito trascendental en nuestra historia política contemporánea, desplazando al Golpe de Estado, la dictadura militar, el plebiscito de 1988, la “revolución pingüina” y el primer triunfo de Michelle Bachelet, entre otros acontecimientos. Mismas causas y blindaje a Piñera Un dato que llama la atención es que la mayoría de los encuestados (58%) sigue pensando que lo ocurrido hace cinco años fue la expresión de un descontento social generalizado, el cual se mantiene latente, y que no fue un “estallido delictual”, un concepto que ha intentado instalar la derecha y que apoya un 34%. De hecho, al desglosar por sector político, son quienes se identifican de ese sector quienes más apoyan esa idea (65%), versus quienes se dicen de izquierda, que mayoritariamente respaldan que fue un descontento generalizado (90%). Casi el mismo porcentaje (57%) estima que lo ocurrido fue necesario para visibilizar los problemas que vivía el país y que ellos se mantienen hoy, como las bajas pensiones y sueldos, mala educación y salud, y abusos empresariales. El 28 de octubre de 2019, los consultados atribuían el malestar a la desigualdad, al alza de los $ 30 en el pasaje del Metro y a la indolencia y desconexión de las autoridades. “Tengo un tumor hace siete años en las mamas y sigo esperando que me llamen para operarme. Fui al Hospital de Carabineros y me dijeron que me operaban si pagaba $ 7 millones que no tengo”, señalaba en ese entonces Savka, estudiante de 24 años. Hoy, al preguntar sobre las razones que sustentaron el estallido, las respuestas son prácticamente las mismas y las personas siguen recordando las frases sentidas como “burlas” de varios ministros del gobierno anterior que habrían encendido la chispa. Entre ellas, el hacer vida social en los consultorios, comprar flores y levantarse más temprano. También se encuentran vivos episodios como el del expresidente Sebastián Piñera celebrando el cumpleaños de uno de sus nietos en una pizzería en Vitacura la noche del 18 de octubre y su frase “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, dicha por él tres días después. “No sé qué pelotudo dijo: ‘Levántense más temprano, o que la gente hacía vida social en los consultorios’. Como si fuera agradable a las 6 am estar cagado de frío esperando al doctor que te va a ver en cinco minutos”, recuerda hoy uno de los encuestados. Esto, según Izikson, demuestra la responsabilidad de las élites y de los gobiernos y lo que pueden ser capaces de provocar a través de sus dichos y acciones. Sin embargo, a diferencia de 2019, cuando Piñera era el principal blanco de las críticas y rayados en las calles del país, hoy -tras su trágica muerte el 6 de febrero de este año- las personas no lo asocian a la crisis ni lo culpan de sus efectos. Más bien se tiende a omitir su rol. “Piñera se ve neutralizado, su papel en el estallido lo matiza su legado de dos gobiernos”, explica Izikson. Del octubrismo al ‘septiembrismo’ El estudio revela llamativas diferencias entre la percepción de varios tópicos que fueron simbólicos en la revuelta. Uno de los principales es el fin de la legitimidad del uso de la violencia para lograr cambios políticos. Es así como si ese año un 28% de los consultados la justificaba para avanzar en transformaciones, hoy es sólo un 5% y un 87% se plantea en desacuerdo. En contraparte -y como es esperable-, los entrevistados plantean que el uso de la fuerza por parte de Carabineros y las FF.AA. fue más proporcional (55%, antes 27%) que excesiva (39%, antes 69%). Incluso, se modera la percepción de que hubo violaciones sistemáticas a los derechos humanos: si en octubre de 2019 un 49% estaba muy o bastante de acuerdo, hoy lo está un 31%. Y como en los últimos años lo han venido mostrando distintas encuestas, la mayoría de los chilenos vuelve a valorar el rol de Carabineros, pasando de un 38% de apoyo en 2019 a un 53% en la actualidad, mientras un 39% lo desaprueba. El apoyo a la policía uniformada, según Izikson, tiene mucho que ver con la actual crisis de inseguridad que vive nuestro país y que es la principal preocupación de los chilenos (70%). “Hay una transición del octubrismo al septiembrismo, por así decirlo, a la recuperación de las tradiciones, las instituciones, los valores, la bandera, Carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas”, señala Izikson. A la inversa, se derrumban estrepitosamente todas las formas de protesta que hubo durante el estallido. Las evasiones masivas en el Metro bajan del 44% al 20%; la primera línea, del 60% al 23%, y el que baila pasa, del 38% al 16%. Sólo el caceroleo (69%) y las marchas (55%) mantienen un alto nivel de apoyo. Para demostrar el giro, el estudio recoge una frase de un focus del 2019: “La primera línea te defiende. Antes eran los encapuchados, los vándalos, pero ahora pasaron a ser los héroes. Gracias a ellos podemos seguir luchando”, y otra de ahora: “Estaban alegando por los 30 pesos, pero le estaban destruyendo su puestito a la señora de la esquina. Ese tipo de cosas dan rabia”. Boric y el desencanto Otros puntos llamativos radican en la derrota de diversos símbolos que marcaron al estallido, como el sentimiento de comunidad, la irrupción de lo joven y la reacción ciudadana. Especialmente lo segundo es representativo de la evaluación que hoy existe sobre la crisis, puesto que también se le vincula con la generación que hoy gobierna tras llegar a La Moneda en 2021. Según el sondeo, los chilenos siguen identificando a los jóvenes como los impulsores y protagonistas del estallido, pero hoy muestran una desilusión por la forma en que condujeron el proceso y lo nuevo ya no es garantía de satisfacción ni de probidad. Hace cinco años, la ciudadanía mostraba un desprecio por la política tradicional y ponía sus esperanzas en el Frente Amplio y en dirigentes jóvenes como Gabriel Boric, Irací Hassler, Karol Cariola, Camila Vallejo y figuras independientes. Ahora, las personas vuelven a revalorar la experiencia y la trayectoria política, un dato clave a un año de la elección presidencial. Entre los principales factores que movieron el péndulo -según el estudio- se menciona la desilusión que produjo la Lista del Pueblo y sus principales actores; el fracaso de la Convención Constitucional; el desempeño del gobierno de Boric, y el caso Fundaciones, que generó el escándalo de corrupción más grande que haya tenido que enfrentar el actual gobierno. En esa línea, el recuerdo del rol en 2019 se ha vuelto más negativa, tal como lo han demostrado otras encuestas de opinión. Si en noviembre de ese año un 46% aprobaba su imagen y un 49% la rechazaba, hoy esos números se dieron vuelta: un 28% lo evalúa positivamente y un 61% lo reprueba. Y si bien algunas de sus declaraciones sobre el estallido no han logrado instalarse con credibilidad -por ejemplo, un 66% no le cree que jamás festinó con la imagen del perro matapacos-, hay más consenso en torno a su rechazo actual a la violencia (48% de acuerdo) y a que tuvo voluntad para llegar a acuerdos (41% de acuerdo y 43% en desacuerdo). En general, todo el poder es recordado de manera mayoritariamente negativa. Los peores rankeados son el Congreso (79% de imagen negativa), el Partido Comunista (77%) y el PS, PPD, DC y radicales (67%). Mientras que quienes tienen un mejor recuerdo son el expresidente Piñera (46% de imagen negativa), los empresarios (59%) y Gabriel Boric (61%). Otro giro que revela el estudio, explica Izikson, es el fin del “sentimiento de comunidad” que caracterizó el estallido, con sus marchas masivas, sus símbolos y la alta participación de la gente en redes sociales. El concepto Plaza Dignidad, por ejemplo, pierde sentido y hoy genera incomodidad y pudor. En 2019, un 44% dijo haber participado en una movilización o marcha, hoy sólo un 27%. “Hay un traspaso de la culpabilidad que me sorprendió mucho. Ya no son sólo los poderosos los culpables, también somos nosotros -los ciudadanos-, que nos farreamos una oportunidad, no escogimos bien a los representantes de los procesos constitucionales, no nos informamos lo suficiente, nos dejamos llevar por fake news...”, agrega Izikson. Fuente: latercera.com
Insatisfacción con el sistema político y el Poder Judicial. Este domingo se dio a conocer la primera encuesta Cadem del mes de octubre, que señala que el 90% se declara insatisfecho con el funcionamiento del sistema político y 43% cree que la reforma más importante es reducir el número de parlamentarios, seguida por limitar la excesiva cantidad de partidos políticos (23%, 10 puntos más que en la encuesta de marzo). El porcentaje de quienes creen que es muy o bastante importante que el Congreso avance en una reforma al sistema político subió de 65% a 74% desde marzo a octubre. En tanto, el 92% está insatisfecho con el funcionamiento del Poder Judicial y el 44% cree que la reforma más importante es corregir la reforma procesal penal para fortalecer la seguridad pública, seguida por el cambio en el sistema de nombramiento de jueces. Polarización política. Por otro lado, en comparación a abril de 2019, los partidos de derecha se perciben más a la derecha y los de izquierda más a la izquierda. En una escala de 1 a 10, donde 1 representa a la izquierda y 10 a la derecha, los ciudadanos se ubican en promedio en una nota 5,6, sin cambios con respecto a 2019. En ese sentido, el Partido Republicano obtiene una nota 8,2; la UDI 7,5 (1,2 puntos más que hace cinco años); RN 7,2 (1,3 puntos más que en 2019); Evópoli 6,6 (0,9 puntos más que hace cinco años), la Democracia Cristiana 4,7 (-0,2 puntos menos que hace media década); PPD 3,7 (-0,6 puntos menos que en 2019); el PS 3,0 (0,6 puntos menos que hace cinco años), el gobierno del Presidente Boric 2,9; el Frente Amplio 2,6 y el PC 1,7 (1,3 puntos menos que en 2019). El partido mejor evaluado es el PS, que ha bajado 6 puntos desde 2019 a 30%, seguido por el Partido Republicano con 29%. RN cae 16 puntos a 28%, Evópoli baja 12 puntos a 27% y el PPD cae 6 puntos a 26%. Les siguen luego Demócratas y el Frente Amplio ambos con 23%. La imagen de la DC cae 15 puntos a 21%, la de la UDI 16 puntos a 20% y la del PC baja 6 puntos a 18%. Aprobación del Presidente. Finalmente, en la primera semana de octubre, un 34% aprueba y un 57% desaprueba la gestión del Presidente Boric, sin cambios significativos en relación a la encuesta de la semana pasada. Fuente: ex-ante.cl
La encuesta de Cadem, correspondiente al 27 de septiembre de 2024, reveló la opinión de los chilenos respecto al denominado Caso Audios, que involucra al abogado Luis Hermosilla, actualmente en prisión preventiva, y ministros de la Corte Suprema. Al respecto, según el estudio, un 74% de los encuestados ha oído hablar del Caso Audios, mientras que un 63% asocia este escándalo con la figura de Hermosilla. El caso adquirió mayor relevancia debido a las acusaciones constitucionales que se han presentado en el Congreso -por el oficialismo y la oposición- contra varios ministros de la Corte Suprema, entre ellos Ángela Vivanco, Jean Pier Matus y Sergio Muñoz. Consultados sobre cómo proceder frente a estas acusaciones, un 61% de los encuestados consideró que las acusaciones deben resolverse mediante los procesos internos de evaluación y remoción dentro de la misma Corte Suprema, mientras que un 30% opina que el Congreso debería intervenir mediante las acusaciones constitucionales. Finalmente, a quienes participaron del estudio, se les consultó su opinión respecto a algunos supremos. En ese sentido, el 54% aseguró tener una negativa imagen de Ángela Vivanco, la ministra peor evaluada de todas. Fuente: cnnchile.com
Para el Presidente del Gremio, Mario Aguilar, “hay una coincidencia muy evidente entre lo que hemos planteado como Colegio de Profesores como prioridad en Educación y lo que la población está pensando, no así con lo que han sido las políticas educacionales de los últimos años en Chile y lo planteado por la clase política como prioridad, quienes siempre están preocupados de cuestiones que no van al fondo de lo realmente central, en ese sentido Gremio y ciudadanía estamos coincidiendo bastante” Si bien, para el líder gremial Docente el sondeo presenta evidentes problemas metodológicos, en especial en sus preguntas, pese a ello, entrega luces sobre los temas de Educación. El Presidente del Gremio Docente destacó que entre esos figuran “delincuencia y narcotráfico, tema que nosotros nos hemos atrevido a denunciar desde hace tiempo, todo el tema de seguridad en los colegios. Deserción Escolar e Infraestructura, ambos, hoy la población claramente las identifica como necesidades reales importantes, problemas graves en educación, en ese sentido hay bastante coincidencia”. Respecto a las “Prioridades, si se destinaran más recursos para educación” Mario Aguilar explicó que “de seis destacadas por los encuestados, cuatro de ellas han sido planteadas claramente por nuestro gremio, como son “ Mejorar la Infraestructura de los Colegios”; “ Evitar la deserción escolar”, acá hemos planteado que es necesario contar con un currículum más integral y más atractivo para el estudiante; “Subir sueldo a Profesores” y “El Pago de la Deuda Histórica”, es altamente valorado por la población que se debe dar solución a esta injusticia que ha habido durante décadas”. Por último, el Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, sostuvo respecto a la Condonación del CAE “también es un compromiso del Gobierno que debe cumplir, en especial, porque hoy muchísimos profesores que están trabajando son deudores Cae, quienes no han podido pagar por sus bajos sueldos o la inestabilidad laboral”.