8 de agosto de 2008
Una situación que afecta a nuestra ciudad, en particular al sector céntrico, tiene que ver con la descomunal cantidad de tendidos aéreos de cables de toda índole: telefónicos, de televisión por cable, electricidad y otros, que provocan una contaminación visual muy dañina.
A diferencia de lo que sucede en sectores urbanos de más reciente diseño y construcción, como las nuevas avenidas y la Costanera, donde afortunadamente los tendidos son bajo tierra, nuestro centro urbano, presenta una maraña de cables, que en estos días con la nieve, se hacen todavía más visibles.
Los proyectos de remodelación de calle Bories, contemplan la reparación de esta situación, lo que ya se hizo con nuestra Plaza de Armas.
Mientras tanto estas telarañas pendiendo de nuestras cabezas, que ensucian el paisaje, que estorban y manchan una buena fotografía, y que se filtran en las imágenes y postales que los turistas se llevan de nuestra ciudad, resultan muy contaminantes.
A tanto cable inundando el paisaje de nuestro centro, damos hoy la Oveja Negra de Polar.
La institución medirá su huella de carbono y desarrollará acciones para reducir emisiones, como parte del objetivo municipal de bajar en 30% los gases al 2030.
La institución medirá su huella de carbono y desarrollará acciones para reducir emisiones, como parte del objetivo municipal de bajar en 30% los gases al 2030.