8 de febrero de 2019
Mina Invierno tras negociar con los sindicatos mineros para levantar la huelga y tomas del único camino de la comuna de Río Verde que conecta con isla Riesco y de haber logrado que el Tribunal Ambiental de Valdivia, levante la medida cautelar, aceptando que se realice una “tronadura controlada” para ponderar los impactos que esta causaría en el patrimonio paleobotánico que hay en la zona de explotación, hoy a través de 48 pozos de perforación, la empresa de los titulares Von Appen y Angelini, instalará cargas explosivas tipo Anfo, para volar 28.000 m³ de tierra (3 veces menos del material a remover, del que realmente pretenden alcanzar). Es así, como los titulares del proyecto buscan luz verde a lo que en definitiva fue aprobado en su declaración de impacto ambiental, donde en cada tronadura se volarían 100.000 m³ de material, cuatro veces a la semana, durante toda la vida útil del proyecto, de manera de hacer más productiva la extracción de carbón para los conglomerados económicos de Copec y Ultramar. A pesar de lo inconcebible que parezca hoy en día explotar carbón y peor aún, de esta manera en la Patagonia, más ilógico resulta ser que la autoridad pretenda visualizar los reales impactos en ecosistemas tan frágiles como los de isla Riesco, al permitir que Mina Invierno realice una tronadura mucho menor, sin embargo lo absurdo y extemporáneo son una constante en lo que se refiere a este proyecto, no obstante, las presiones de Mina Invierno han llegado al punto de afirmar que, de no permitírseles usar explosivos, la empresa tendría que cerrar dejando sin empleo a los 600 trabajadores contratados directamente, tema comprensiblemente sensible para cualquier autoridad.
La manipulación de los titulares no ha sido solo la actual, el proyecto de explotación de carbón data del 2009 cuando Mina Invierno logró la aprobación del puerto minero, en donde se acumula, chanca y se transporta el carbón. El 2011 lograron la aprobación de la explotación del rajo minero de 487 hectáreas y 180 metros de profundidad, con un impacto directo en 1.500 hectáreas, para lo cual se ha tenido que cortar 400 hectáreas de bosque nativo, secado una laguna y alterado completamente la cuenca hídrica donde se emplaza, entre otros temas de relevancia. Mina Invierno fue aprobada bajo la condición de que su explotación sería inminentemente bajo una extracción mecánica, es decir, sin uso de explosivos, sin embargo, a solo tres años de funcionamiento, los titulares indicaron que ya no era viable económicamente el uso de palas mecánicas para remover el material, por lo que en el 2014 solicitaron a la autoridad ambiental la aprobación del uso de tronaduras. Es así como tres proyectos -que en realidad son uno solo, ya que ni uno tiene razón de ser sin el otro-, han sido evaluados y aprobados por separado, minimizando los impactos socioambientales y burlando el espíritu de la Ley.
Desde el comienzo de la explotación minera, Mina Invierno ha estado contaminando Isla Riesco, teniendo a la fecha que cumplir con un millonario plan de cumplimiento ambiental ordenado por la Superintendencia de Medio Ambiente, sin embargo, paralela e incomprensiblemente el Servicio de Evaluación Ambiental, aprobó por secretaría el uso de tronaduras, aun cuando estas habían sido rechazadas en enero del 2018 por la Comisión de Evaluación Ambiental, CEA, de Magallanes. Lo anterior no es casualidad ni excepcional. Constantemente vemos como el Sistema de Evaluación Ambiental al cual deben someterse a evaluación diversos proyectos con el fin de prevenir impactos socio-ambientales, no da el ancho y finalmente se subyuga a las manipulaciones y falacias de empresas irresponsables, que sin mediar otro objetivo que maximizar su utilidad, buscan a toda costa la aprobación de proyectos altamente contaminantes, en pos del desarrollo económico y la generación de empleos, bajo una lógica de corto plazo, insustentable en el tiempo y para la generaciones presentes y futuras.
Isla Riesco de 500.000 hectáreas de superficie, es la cuarta isla más grande de Chile, la mitad habitada por estancias y la mitad virgen. Posee cordillera, bosques de lenga, ñirre, coigüe, ciprés de las Guaitecas, 20 glaciares, ríos, lagos, turberas, humedales, etc., siendo un lugar con múltiples ecosistemas que generan paisajes de inconmensurable belleza. En ella viven 24 especies de mamíferos, como el huemul, puma, coipo, zorros chilla y culpeo, y más de 136 especies de aves. En sus costas habitan cuatro tipos de delfines, lobos y elefantes marinos, pingüinos y ballenas, destacando la ballena jorobada. De hecho, Isla Riesco se encuentra contigua al Parque Marino Francisco Coloane, por donde increíblemente hoy, pasan los buques cargueros de carbón. Sus actividades productivas son la ganadería ovina y bovina, el turismo de aventura, de contemplación y rural, la pesca artesanal y la piscicultura del salmón (otra amenaza presente) y en donde hoy esperanzadora pero contradictoriamente, el Estado acaba de declarar a la mitad de la isla como parte de la Red de Parques de la Patagonia, con el Parque Nacional Kawésqar de 2.800 millones de hectáreas.
En la otra vereda está la explotación del carbón. Mina Invierno mediante el uso de tronaduras, pretende alcanzar los 6 millones de toneladas anuales, hasta lograr los 73 millones de toneladas aprobadas por la autoridad ambiental. Este carbón tipo sub-bituminoso B y C, de bajo poder calorífico y alto en metales pesados, es vendido principalmente en el mercado nacional a las termoeléctricas de AES Gener y Engie, concentradas en las zonas de sacrificio ambiental del centro y norte del país. Solo por nombrar una de ellas, Ventanas-Puchuncaví fue foco de atención el 2018 por la intoxicación de más de 1500 personas, dada la contaminación generada por las industrias presentes en el sector, entre ellas, las termoeléctricas de carbón. Historias similares de impacto ambiental, se viven en Coronel, Huasco, Tocopilla y Mejillones hace más de 40 años. Finalmente está el impacto a nivel mundial, siendo las termoeléctricas en base a carbón una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero y en donde paradójicamente y como corolario, el 2019 Chile será el anfitrión de la cumbre climática COP25. Nuevamente contradicciones de fondo, o un intento de mostrarnos modernos y responsables ante los ojos de la comunidad internacional.
Pero para lograr la sustentabilidad de las generaciones, no hay duda de que es deber de la humanidad, gobiernos, empresas y ciudadanos, el hacernos realmente cargo de nuestro estar en el mundo. Por ello, hacemos un llamado al Tribunal Ambiental para que paralicen el inicio del uso de tronaduras y exija un estudio de impacto ambiental, de manera de intentar descartar en lo posible, los reales impactos que se producirán en el patrimonio de Isla Riesco.
Organización Ciudadana, Alerta Isla Riesco, Región de Magallanes
Adhieren:
– Acción Ciudadana Puchuncaví Despierta, Región de Valparaíso
– Agrupación Ecológica Patagónica Humedal 3 Puentes, Región de Magallanes
– Asamblea Ciudadana de Última Esperanza, Región de Magallanes
– Asamblea de Puchuncaví, Región de Valparaíso
– Asociación Gremial de Guías de Puerto Natales, Región de Magallanes
– Campaña Salvemos La Campana
– Centro de Conservación Cetácea, ONG Nacional
– Chile Sustentable, ONG Nacional
– Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación
– Consejo para la Recuperación Ambiental y Social (CRAS) de Huasco, Región de Atacama
– Comité Pro defensa de la Flora y la Fauna (CODEFF), ONG Nacional
– Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar: Residentes en Río Primero, Región de Magallanes, Atap, Aswál Lajep y Grupo de Familiares Nómades del Mar, Región de Magallanes
– Corporación Cultural Ambiental Traitraico
– Coordinadora Coronel Despierta, Región del Bío Bío
– Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo, Región Metropolitana
– Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, Región de Aysén
– Dunas de Ritoque, Región de Valparaíso
– Diputada Catalina Pérez, Presidenta Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales Cámara de Diputados
– Diputada Cristina Girardi, Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales Cámara de Diputados
– Diputado Félix González, Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales Cámara de Diputados
– Diputado Juan Luis Castro, Presidente Comisión de Salud Cámara de Diputados
– Ecosistemas, ONG Nacional
– Energía Inteligente Ltda.
– Ética en los Bosques, ONG Nacional
– Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA), ONG Nacional
– Frente de Defensa Ecológico Austral, Región de Magallanes
– Fundación para la Salud y Seguridad Comunitaria, FUSEC
– Fundación Tomkins Conservation, ONG Internacional
– Geute Conservation Sur, ONG Nacional
– Greenpeace, ONG Internacional
– Instituto de Ecología Política, ONG Nacional
– Mesa Organizada Quintero-Puchuncaví, Región de Valparaíso
– Movimiento Chao Pescao, Organización Nacional
– Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente (MODATIMA), Región de Valparaíso
– Movimiento Tocopilla Vuelve, Región de Antofagasta
– Movimiento por el Agua y los Territorios, Zonal Centro
– Mujeres Zona de Sacrificio en Resistencia Puchuncaví, Región de Valparaíso
– Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA
– Oceana, ONG Internacional
– Real Chile, ONG Nacional
– Red por los Ríos Libres, Organización Nacional
– Relaves.Org, ONG Nacional
– Senadora Carolina Goic, Región de Magallanes y Antártica Chilena
– SOS Huasco, Región de Atacama
– Terram, ONG Nacional
– Tocopilla Vuelve, Región de Antofagasta
– Vocalía de Medio Ambiente, Universidad de Valparaíso
Los hechos se desencadenaron cuando los fiscalizadores de la Aduana de Punta Arenas seleccionaron para revisión física el vehículo que ingresó al control fronterizo.
Los hechos se desencadenaron cuando los fiscalizadores de la Aduana de Punta Arenas seleccionaron para revisión física el vehículo que ingresó al control fronterizo.