22 de noviembre de 2023
A fines del siglo XIX, Alejo Marcou, pionero francés en la fabricación de ladrillos en la región, construyó una casa de adobe en el sector de la sierra Baguales. En aquella época, nunca pensó que al levantar este refugio, se convertiría en una construcción, hasta ahora única en su tipo en este territorio, y que además, un siglo más tarde aún permanecería en pie, representando una edificación de alto valor patrimonial.
La construcción, actualmente llamada «Puesto Las Flores», y perteneciente a la estancia Cerro Guido en la Provincia de Última Esperanza, ubicada a 92 km al norte de Puerto Natales es hoy objeto del proyecto «Levantamiento arquitectónico del puesto ganadero Las Flores: referente de construcción en adobe en Torres del Paine, Magallanes» beneficiario del Fondo del Patrimonio Cultural, en la línea Investigación, Registro y Levantamiento de patrimonio cultural, convocatoria 2022, cuyo responsable es el arquitecto Nicolás Recabarren Traub junto al equipo conformado por la Dra. Laura Villanueva Retamales, docente del departamento de Arquitectura de la Universidad de Magallanes (UMAG), y la antropóloga Macarena Fernández Génova.
¿Qué es una construcción de adobe?El adobe en sí es un ladrillo de barro mezclado con paja y agua que se utiliza para la construcción. El material que lo compone dependerá de las características geográficas de cada lugar. Luego la mezcla se deposita en moldes, se retiran, y los bloques se disponen en el suelo para dejar secar. Posteriormente, cada bloque es humedecido, y pegado con la misma mezcla fresca de la construcción.
En el caso particular de la locación en la que se ubica la construcción a investigar, la preparación del adobe puede haber consistido en la extracción de arcilla cercana al emplazamiento, la que, a su vez, ésta estaría mezclada con coirón y agua, como también material lítico.
A raíz de ello, el equipo profesional busca realizar un levantamiento arquitectónico e histórico del puesto por medio de sistemas de análisis estructural, que permitan obtener un registro detallado de su estado y desarrollar así un plan de restauración y gestión del inmueble.
Así, durante el periodo que dure el proyecto, al menos un año, los profesionales realizarán un intenso trabajo de campo en el sitio de emplazamiento del puesto, que medirá en detalle sus componentes estructurales y arquitectónicos, tomando notas del estado de conservación, con apoyo de tecnología RPAS (Sistemas de Aeronaves Pilotadas a Distancia, por sus siglas en inglés) para generar nubes de puntos, ortofotografías y modelos tridimensionales de precisión.
Al mismo tiempo, se caracterizará también la materialidad constructiva y las dimensiones de las piezas trabajadas, tales como vigas, adobes y revestimientos, entre otras. Aquí, la académica de la UMAG, señaló que, desde este punto de vista, interesa medir las cualidades térmicas del adobe y su comportamiento en las condiciones climáticas del lugar, por lo que se utilizarán sensores para registrar las temperaturas interiores y exteriores de los muros por un tiempo acotado.
Por otra parte, informó la doctora Villanueva, se revisarán distintas fuentes secundarias y se realizarán entrevistas a conocedores del sector. Para ello, coordinará a un grupo de estudiantes en práctica de la carrera de Arquitectura, quienes apoyarán estas labores en terreno e investigación bibliográfica. Se consideran, igualmente, diversas actividades participativas con la comunidad, las que estarán a cargo de la antropóloga Macarena Fernández Génova.
Un aporte al patrimonio cultural
Esta investigación también es importante para los dueños del puesto, tal como lo indica Sebastián Gómez, gerente de desarrollo y turismo de estancia Cerro Guido. «Para la estancia, en su proyecto de conservación y preservación del patrimonio natural y cultural del territorio, poder tener la colaboración para conocer el estado arquitectónico del puesto e investigar sobre su historia, es vital para recuperar la historia de esta estancia, de más de 100 años, y poder conservarlo, para luego mostrarlo a la gente como un patrimonio cultural, donde, a través del turismo, también se pueda aprender de la historia de la región y de sus primeros colonos», manifestó.
De hecho y de acuerdo asegura el arquitecto Nicolás Recabarren, un aspecto importante del proyecto es la variable histórica. Al respecto, comentó que «se buscará información relevante sobre la construcción, en documentos y también a través de entrevistas a personas que hayan conocido el puesto, para recoger datos de índole constructiva, de memoria y usos».
Por último, para el equipo, «construcciones como ésta contienen un valor no solo ligado a su constructibilidad, sino también, al aporte humano de quienes lo habitaron y colaboraron al desarrollo de la cultura y economía regional, siendo esto último parte importante de la investigación».
Autoridades regionales, en compañía de una cuidadora acreditada en el Registro Social de Hogares, anunciaron que esta medida permitirá facilitar el trámite que debe realizarse hasta el 9 de octubre ante la Junta Electoral respectiva.
Autoridades regionales, en compañía de una cuidadora acreditada en el Registro Social de Hogares, anunciaron que esta medida permitirá facilitar el trámite que debe realizarse hasta el 9 de octubre ante la Junta Electoral respectiva.