2 de noviembre de 2010
La década del 80, sin duda, fue la última de luces para el boxeo chileno. Era la época de pugilistas como Martín Vargas, Cardenio Ulloa, Juvenal Órdenes o Benedicto Villablanca, quienes a punta de puñetazos buscaban darle a Chile aquel añorado primer título mundial. Y, entre ellos, también brillaba el osornino Óscar Monzón Benavides.
Era un peleador de impronta, que dio sus primeros pasos a fines de los 70, pero que dio que hablar cuando se tituló campeón nacional amateur en 1981. Dos años después pasaría a ser profesional, coronándose campeón chileno en las categorías liviano -la cual retuvo por largos 14 años-, welter y súper welter.
Monzón Benavides nunca peleó por el título mundial, pero sí escribió su nombre en el libro de oro del boxeo chileno al ganar la corona sudamericana del peso liviano en 1989, al derrotar en su querido Osorno al peruano Orlando Romero.
Sería su máximo logro en una carrera que le vio colgar los guantes en noviembre del 2006, durante una gala de despedida realizada en el Club México y en la que participó nada menos que su coterráneo Martín Vargas.
La vida, sin embargo, le tenía reservada una última pelea a Monzón, quien se ganó ese apodo por la forma aguerrida que encaraba cada combate, al igual que el célebre pugilista argentino. Esta vez, eso sí, la lucha fue desigual y el pasado 29 de julio fue internado en el Hospital Base de Osorno después de un accidente vascular encefálico.
Su dolencia se arrastraba desde fue atropellado en mayo del año pasado, ocasión en que sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento y sufrir de un cuadro de amnesia. Si a ello se suman todos los golpes recibidos en una larga carrera arriba de un cuadrilátero no era difícil anticipar problemas.
Todo esto le pasó la cuenta tras ser internado en julio. Nunca pudo recuperarse y ayer, pasadas las 17 horas, según informó el médico Jorge Castilla al Diario Austral de Osorno, sufrió tres paros cardiacos y pese a las maniobras de reanimación de los profesionales, nada se pudo hacer.
La ciudad de Osorno le dio el último adiós hoy martes a partir de las 14:45, con una misa en la Parroquia Jesús Obrero de la población García Hurtado, siendo luego sepultado, a las 16 horas, en el Cementerio Municipal de Rahue Alto.
El boxeo chileno está de luto. Se fue uno de los suyos. Quizás no el más técnico o más pegados, pero sin duda uno de los más aguerridos. Y eso, a veces, vale el doble.
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.