18 de diciembre de 2017
Cuando Wendeunkel espÃritu bueno de la raza, algo asà como el Ãngel Guardián de los Chónek o Tehuelches, los acompañaba más allá del océano, estos se quedaban a vivir con Elal. Las estrellas -Setkre- son la representación de los muertos que obtenÃan permiso de Elal para permanecer en el espacio contemplando a sus parientes. Estando allà arriba, no sufrÃan dolores ni sentÃan fatiga.
Narran los ancianos, que las constelaciones australes en el cielo eran montones de plumas de Choique o Ãandú que iba dejando un cazador poco experto, al cual se le escapaba el Ãandú que huÃa saltando en una sola pata, pues la otra estaba un poco más allá. Señalando el cielo, indicaban la Cruz del Sur.
Respecto de la Leyenda de Choiols, la Constelación de la Cruz del Sur, se cuenta lo siguiente:
Una tarde, hace muchÃsimos años, un grupo de hombres estaba cazando con boleadoras de tres bolas (iatchicoi). Iban tras el rastro de un gran ñandú macho (kank) que se les venÃa escapando desde hacÃa tiempo. Muy arisco, no bien presentÃa la presencia humana huÃa velozmente hasta quedar fuera del alcance de sus perseguidores. Esa tarde en particular acababa de llover y entre las nubes habÃa salido el sol que se iba poniendo lentamente.
Los hombres lo fueron cercando, pero el ñandú se escapó otra vez y enfiló hacia el sur. Los cazadores corrieron tras de él, arrojándole flechas y boleadoras. Pero ninguna pudo alcanzar al escurridizo animal.
La persecución siguió. Más allá, sobre el filo de la meseta, hacia donde se dirigÃa el ñandú, el sol habÃa pintado un hermoso arcoiris (gijer). Justo en ese momento, el más ligero y resistente de los cazadores, llamado Korkoronke, se acercó bastante. Pero el ñandú astuto, sabiéndose acorralado en el borde del abismo, giró bruscamente y, como si se lanzara al vacÃo, apoyó una de sus patas sobre el arco iris que surgÃa justamente desde allÃ. Y empezó a trepar por ese camino de colores con sus largas y elásticas zancadas.
Korkoronke quedó azorado. Pero se recuperó rápido y lanzó su boleadora de tres bolas en un último y desesperado intento por atraparlo. El viejo ñandú hizo un paso al costado y las boleadoras pasaron de largo. Asà escapó para siempre de sus perseguidores quienes, al volver esa noche tuvieron que soportar las burlas de todo el campamento.
Nadie les creyó la fantástica huida del ñandú por el camino del arco iris. Cuando cayó la noche el cielo les dio la razón, porque vieron brillar varias nuevas estrellas.
Dicen las abuelas tehuelches que una de las huellas que el ñandú dejó en su carrera sobre el arco iris quedó para siempre grabada en el cielo, dibujada con cuatro estrellas. La llamaron Choiols, que significa «Rastro o huella de ñandú en el cielo». Esta constelación no es otra que la Cruz del Sur, el inevitable punto de referencia de todos los caminantes y marinos del hemisferio austral.
Korkoronke no pudo hallar sus boleadoras en el suelo. Pero las descubrió en el cielo, convertidas en una nueva constelación que recibió el nombre de Cheljelén, que no es otra que las Tres MarÃas, estrellas que forman el cinturón de la Constelación de Orión.
La ministra MOP, Jessica López, junto al Cuerpo Militar del Trabajo, visitaron las obras del camino Vicuña – Yendegaia en el extremo sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, que unirá Punta Arenas con Puerto Williams a través de un recorrido bimodal.
La ministra MOP, Jessica López, junto al Cuerpo Militar del Trabajo, visitaron las obras del camino Vicuña – Yendegaia en el extremo sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego, que unirá Punta Arenas con Puerto Williams a través de un recorrido bimodal.