13 de mayo de 2025
El Doctor Carlos Sabino es un intelectual que muchos llamarían "todo terreno", actualmente reside en Guatemala siendo profesor de la Universidad Francisco Marroquín, aunque es nacido en Argentina, vivió en Venezuela, y ha recorrido parte de las bellezas de la Patagonia.
Para muchos un maestro, ha formado diferentes generaciones de investigadores, aportando al cambio de las ideas, siendo apasionado por la libertad y el valor de las personas.
Autor de diversas obras, desde metodología de la investigación, historia y memoria, ha generado obras que han sido un punto de reflexión y sobre todo consulta, entre ellas "Como hacer una tesis", "Amanecer de la Libertad en América", "Todos nos equivocamos" (su autobiografía que relata su paso desde el socialismo a defender las ideas de la libertad), "Tiempos de Jorge Ubico", "Los caminos de la ciencia", "Guatemala; la historia silenciada", entre otras obras.
Su obra "¡Basta de democracia! Una aproximación histórica a la falsificación del liberalismo", es demostración de su aguda mirada y agil pluma, la cual pasa inadvertida, obra edita por Editoral Set.
"Hoy día, a todo se llama democracia, porque la palabra tiene una connotación muy positiva. Pero vivimos sistemas donde, si bien la soberanía es del pueblo, a este solo se lo consulta para elegir a quienes lo mandarán. Las democracias actuales tienden hacia el totalitarismo, encubierto o explícito, por eso es necesario cambiarlas. Doy, al final de mi libro, algunas ideas de cómo debería hacerse esto", nos comenta Carlos Sabino.
¿Qué motivó a escribir la obra?
Mi desconcierto ante los cambios del mundo actual y el rechazo a las medidas de encierro que se tomaron durante la pandemia del COVID 19. Eso me hizo revisar lo que hacen las llamadas "democracias liberales", que he encontrado que no son tales, porque recurren a medidas totalitarias de modo arbitrario. A eso se sumó la percepción de un mundo confuso, que requería de nuevos enfoques para entenderlo.
¿Siente que la realidad supera a la fantasía?
Sí, como siempre. Creo que no hay películas más absurdas que aquellas que se basan en "hechos de la vida real". La fantasía humana tiende a ser demasiado racional, pero la realidad es más loca e imprevisible. Por eso no podemos prever el futuro, ni siquiera imaginarlo.
¿Usted estima que hay una defensa irrestricta de regímenes totalitarios como el cubano, nicaragüense y venezolano, cuando las izquierdas latinoamericanas las denominan "democracias especiales"?
Claro que sí, la izquierda los defiende porque son, algo así, como "primos hermanos". Pero no es solo la izquierda latinoamericana. España, el Reino Unido, Canadá y muchos otros países europeos los toleran y aceptan. En el fondo piensan que es lo que nos merecemos, porque sostienen que somos gobernados por oligarquías que hay que combatir y que esos dictadores socialistas favorecen al pueblo. Pasan por alto su totalitarismo y sus violaciones a los derechos humanos. Pero, ellos son democracias solo en el sentido de que la soberanía recae en el pueblo, aunque ese pueblo sea tutelado y dirigido por el estado, que le impone su modo de vida. En el fondo son como oligarquías o monarquías donde se elige a los reyes o tiranos, pero quienes, una vez en el poder, deciden por sí mismos sobre ese mismo pueblo. Le imponen cómo educar a sus hijos, que médico deben consultar y que medicinas tomar, qué vacunas inyectarse, hasta deciden que todos permanezcamos encerrados, como en la pandemia de hace algunos años. En pocos países hay una efectiva división de poderes y los representantes del pueblo son elegidos, sí, pero luego actúan sin control alguno. A veces con total ignorancia y cometiendo actos de corrupción en su provecho. El poder judicial está totalmente politizado, además. Nada de esto es compatible con los ideales liberales, con la mínima autonomía y libertad individual.
¿Cuál es la responsabilidad que tenemos como individuos ante este planteamiento?
No hay nada inmediato que podamos hacer, lamentablemente. Lo primero, y quizás lo más importante, es tomar conciencia del modo en que nos manipulan los grupos de poder. No aceptar la ideologización de nuestros hijos, no aceptar que decidan sobre nuestra salud y nuestro retiro. Adoptar una actitud crítica y resistirse en lo que sea posible a la intromisión del gobierno en nuestras vidas privadas. Yo diría que se necesita un cambio de actitud. Renunciar a un poquito de seguridad para poder preservar nuestra libertad. Y si nos quieren imponer medidas extremas, como los encierros, con cualquier pretexto, yo creo que hay que rebelarse. Al menos yo estoy dispuesto a hacerlo.
¿Por qué deberíamos leer el libro?
Porque vivimos un cambio de época que nos afecta a todos. No es un libro académico. Por eso lo escribí en un lenguaje sencillo, para que la gente comprenda que no es una democracia liberal la que tenemos, sino un sistema que, a través del llamado Estado de Bienestar, tiende al totalitarismo. Los electorados sienten que se los manipula, ofreciéndoles una falsa seguridad, por eso están cansados de las mismas caras y votan a figuras diferentes, a veces extremas. Sienten que nada ganan con esta falsa democracia y por eso dicen, de algún modo, "! Basta de democracia!". De allí el título del libro. Es un texto desafiante, políticamente "incorrecto" pero, por eso, punto de partida para la reflexión.
¿Cuáles fueron los desafíos de haberlo escrito?
Lo más difícil para mí fue integrar fenómenos muy diferentes en apariencia, y crear a partir de allí un todo coherente. Buscar en internet datos y declaraciones y "controlarme" para no hacer un libro erudito, seleccionando las fuentes para que no hubiera cientos de citas y notas al pie.
¿Tiene algún otro proyecto en mente?
Sí, estoy trabajando ya en otro libro de historia de Guatemala. Ya escribí una biografía del presidente Jacobo Árbenz y me referí a su gobierno en algunos capítulos de La Historia Silenciada, pero tengo mucho material nuevo que estoy integrando en un nuevo libro sobre el gobierno de ese presidente de izquierda (1951-1954) del que mucho se ha hablado pero poca información concreta se ha dado.
El tiempo de compartir con un intelectual como Carlos Sabino es un privilegio y un tremendo honor, "¡Basta de democracia! Una aproximación histórica a la falsificación del liberalismo", un libro que sin lugar a dudas será parte del debate latinoamericano, especialmente en los tiempos convulsos en donde "la realidad siempre supera la fantasía más febril en nuestra fauna política".
El movimiento telúrico ocurrió a las 20:48 hora local, a 44 km al noreste de la ciudad y a una profundidad de 10 km.
El movimiento telúrico ocurrió a las 20:48 hora local, a 44 km al noreste de la ciudad y a una profundidad de 10 km.