LO QUE TODO MAGALLANICO DEBE SABER XXX

“¡Vamos a hacer los vicios ch..!”
Esa es una exclamación que se escucha de vez en cuando a un campesino, cuando ya comienza a carecer de yerba mate, tabaco, algún licorcito, etc. y debe concurrir al pueblo a proveerse de estos elementos, para ellos, de primera necesidad.
Esos “vicios” que no eran tan pecaminosos, vienen de muy antiguo en la región, ya que especialmente el clima obliga al ser humano a tener el cuerpo preparado para soportar la crudeza invernal.
¿Qué vicios ofrecía el comercio colonial a sus habitantes?
Una rápida mirada a los diarios de la época, nos muestra los productos que estaban de moda:
Una publicación de la Viña Lontué, ofrecía vinos embotellados, especial para familias y hoteles. ¿Las marcas? Pinol, Cabernet, especial y reservado en tintos. En blancos, Semillón, Souvignon especial y reservado. Había disponibilidad de barriles de 50 litros para todo el grupo familiar.
La fábrica de licores de Francisco J. Depetris, vendía su afamado producto “Vermouth Depetris”, y la Sociedad Comercial Menéndez Betty, ofrecía “Pelinkovac”, el mejor aperitivo y digestivo ¿Que pasó con ese licor ahora? ¿Desapareció?
El gran depósito de vinos y licores, casa de F. Arnaud, ofrecía en el Diario El Magallanes del 18 de septiembre de 1898: vino corriente barril 120 litros $ 20, damajuanas de 18 litros
$ 4,20 y chicha baya $0,20 el litro.
En la misma publicación aparece el Almacén Colón de Pérez y Cía. ubicado en calle Valdivia esquina Atacama, comercializando aguardiente de uva en damajuanas y barriles, chicha pura de Aconcagua, queso, harina, mote y chuchoca.
Se suma también la Cervecería de Punta Arenas de Budack y Cía. con su especialidad en cervezas pastorizadas para exportación y, por su parte, Cervecerías Unidas, de su fábrica Annwandter, de Valdivia, decía tener disponibilidad de pilsener, malta blanca y malta negra y el extracto de malta “Scout Toro”, especial para personas débiles.
No hay que olvidar la fábrica de cerveza La Patagona, de Fischer y Cía., bebida premiada en la Exposición Industrial y Comercial de Magallanes en el año 1915.
Las aguas minerales eran ofrecidas por la botica y droguería Francesa en plaza Muñoz Gamero. Las bebidas, corrieron luego por cuenta de Lucas Babaic, que en su fábrica de Sarmiento con Magallanes, envasaba en botellas una bebida con gas. El envase, en su tapa, tenía una bolita que había que sumergirla para que saliera el líquido. Luego, todo el mundo recuerda la famosa bebida La Pradera y, posteriormente, La Tehuelche.

Para “echar humito”, había varias alternativas:

Estaba la cigarrería y Casa de Cambio de Antonio Coalla, en calle Roca y los cigarrillos puros “Dannemann”, se podían adquirir en la Cigarrería La Central, de Alvarez y Cia.
Groth Hansen y Witt, ofrecían “Asia”, el mejor cigarrillo a $ 0.40 (40 centavos) la cajetilla, mientras que la Sociedad Comercial y Ganadera Menéndez Behety, tenía cigarrillos de marcas Soirée, con papel plateado a $1,60; Mi Kits a $1.20, tabaco inglés Nro.1 $0,60, corcho y ambré; Cazadores $0.40, igual corcho y ambré y Delicia a $0.20 (trigo y arroz).

No se quedaban atrás la fábrica de cigarrillos La Cubana, de calle Ecuatoriana, de Francisco Figueredo y la Cigarrería la Central de Figueredo y Alvarez, en calle O´Higgins, con cigarros, cigarrillos, tabaco en plancha y picado, manteniendo un permanente surtido en boquillas, cachimbas y tabaqueras.
Podemos decir que los más “jóvenes” conocieron los cigarrillos marca Baracoa, Premier, Liberty, Particular, Ideal, Capstan, Opera, Cammel, Lucky, Milton, Faro, Astor, Gitanes, Marlboro, Viceroy, Life, Nevada, Kool, Windsor 100, Advance, Chesterfield, Parliament, Jockey, Turf, etc.etc.etc.

Estoy seguro que los magallánicos tienen más recuerdos al respecto.

Mario Isidro Moreno