22 de junio de 2007
Ciento seis compatriotas que permanecen en el Territorio Chileno Antártico celebraron ayer junto a personas de diversas nacionalidades el solsticio de invierno y la noche más extensa del año, reafirmando el espíritu de confraternidad que distingue al continente consagrado a la paz.
En isla Rey Jorge, ubicada en el paralelo 62º Sur, la oscuridad se prolonga
por más de 18 horas. Por ello, adquiere especial significado la costumbre de saludar la llegada de la fase de luz y festejar que se ha cumplido la mitad
del ciclo más difícil, superando el 21 de junio el momento crítico. Así,
integrantes de la base científica Profesor Julio Escudero, del Instituto
Antártico Chileno, de la base Presidente Frei Montalva y Villa Las
Estrellas, de la Fuerza Aérea, de la Capitanía de Puerto de bahía Fildes, de
la Armada y de la Dirección General de Aeronáutica Civil, se reunieron en una velada con amigos rusos, chinos, argentinos, uruguayos y coreanos. A la distancia, los acompañaron también los compatriotas de la base OHiggins, en la península Antártica.
Junto a abrazos y cantos, se ha hecho costumbre hacer regalos y escribir buenos deseos en papelitos que se queman luego de su lectura. Asimismo, se envían tarjetas de saludo entre los miembros de la comunidad antártica,
integrada por las dotaciones, organismos científicos e investigadores de todo el mundo.
En esta ocasión, 53 estaciones permanentes y cientos de personas vinculadas a la actividad del Polo Sur recibieron el mensaje del Instituto Antártico Chileno, portador de alegría en versos de Pablo Neruda, nuestro premio Nobel de poesía:
Oda a la alegría (Fragmento)
Contigo por el mundo! / Con mi canto! / Con el vuelo entreabierto de la estrella, / y con el regocijo de la espuma! / Voy a cumplir con todos / porque debo a todos mi alegría. / No se sorprenda nadie porque quiero / entregar a los hombres / los dones de la tierra, / porque aprendí luchando / que es mi deber terrestre / propagar la alegría. / Y cumplo mi destino con mi canto.
Todos en la Antártica mil 500 residentes- agradecieronn la sobrevivencia y reforzaron el ánimo indispensable para soportar temperaturas que promedian 50 grados Celsius bajo cero y vientos que pueden alcanzar hasta 300 kilómetros a la hora. La tradición que surgió entre los primeros exploradores que invernaron en la zona, fue paulatinamente vinculando a más personas a través de los antiguos sistemas de radio y hoy ya es universal gracias a los nuevos sistemas de telecomunicaciones.
Cada 21 de junio la luz solar impacta perpendicularmente en el Trópico de
Cáncer, situado a 23º 27 de latitud Norte. Allí, el cenit del sol se produce exactamente al mediodía y, en ese momento, los rayos solares apenas
rasan el suelo en un punto situado en el Círculo Polar Antártico, a los 66º
33. Al sur de esta latitud, toda la zona queda sumida en la sombra.
Los reparos apuntan a deficiencias metodológicas en biodiversidad, vegetación y paisaje, que deberán ser subsanadas para avanzar en el proceso.
Los reparos apuntan a deficiencias metodológicas en biodiversidad, vegetación y paisaje, que deberán ser subsanadas para avanzar en el proceso.