2 de mayo de 2015
Gavin Menzies plantea rotundamente: “Todos los exploradores europeos tenían mapas que les mostraban sus caminos”, por lo cual se los debían a los primeros exploradores chinos de la dinastía Ming.
Los mapas auténticos de esos años contenían información proveniente de cartógrafos de las pioneras flotas chinas y sus épicos viajes.
Menzies afirma categórico: “Vasco Da Gama no fue el primero que navegó hasta la India tras doblar el Cabo de Buena Esperanza… Cristóbal Colón no descubrió América… Magallanes no fue el primero que circunnavegó el globo… “Australia fue cartografiada tres siglos antes de James Cook, y la Antártida, cuatro siglos antes de las primeras tentativas europeas…”
“Es de suponer que cuando Cristóbal Colón inició sus viajes, conocía ya el Atlántico, sabía cómo llegar a China y a las Islas de las Especias navegando hacia el este, una vez doblado el Cabo de Buena Esperanza.
El Almirante codiciaba gloria y notoriedad, al mismo tiempo que sus planes para viajar hacia el Este se veían frustrados debido a que los portugueses estaban a punto de abrir la ruta hacia la India doblando el ya conocido cabo del Sur de África.
La única alternativa que le quedaba eran los Reyes Católicos, quienes desconocían el mapa de 1428, e ignoraban la ruta más corta para llegar a China y Las Especias. De esta manera, Colón los persuadió con habilidad de que la vía rápida era en dirección hacia el Oeste.
Así se llevó a cabo el hurto y falsificación de los hermanos Colón. Bartolomé Colón robó una propiedad intelectual del gobierno portugués, falsificó un mapa, que al igual que Cristóbal, sabía que era falaz, y juntos lo utilizaron para obtener, a través de artimañas bien razonadas, dinero y respaldo del Banco de Génova y los monarcas españoles”
La evidencia china es abrumadora: mapamundis de hace seis siglos, diarios de viajes, informes al emperador, instrumentos y técnicas de navegación y astronomía válidos hasta hoy; inmigrantes y objetos varios repartidos por el mundo. La posesión de navíos transoceánicos hasta cinco veces más largos y anchos que los españoles o portugueses, en un número tal que “cubrían el mar y semejaban una ciudad flotante”.
La tripulación de la Armada china avanzando en alta mar “superaba en conjunto a la población de cualquier ciudad europea, menos una, a comienzos del siglo XV”, según Menzies. China era entonces la potencia más poblada, avanzada y poderosa del globo.
En enero de 2006, los argumentos del investigador inglés tuvieron un nuevo impulso al descubrirse en Shanghai un bicentenario mapa chino, copia de un original de 1418. Figuran en él los dos hemisferios –prueba de que sus autores conocían la redondez de la Tierra– y el contorno de las Américas, Australia, la Antártica, África, India, Europa y el Ártico, cuyas costas serían circunnavegadas por los europeos sólo siglos más tarde.
Para Menzies, la colosal flota china que zarpó de Nanking el 5 de marzo de 1421, al mando del gran almirante Zheng He (también llamado Cheng Ho), un eunuco que medía casi dos metros, de religión musulmana, se adelantó no sólo a Colón, sino también a Hernando de Magallanes, Vasco da Gama, al almirante Cook y al corsario sir Francis Drake en sus exploraciones.
Aunque no está determinada con exactitud la fecha precisa (pudo ser después del 12 de octubre, pero 70 años antes), todo ocurrió durante el reinado del Emperador Yongle (1403-1424), segundo de la dinastía Ming y quizás el estadista chino más notable con anterioridad al Presidente Mao Tse-tung.
Los inmensos juncos chinos lanzados a conquistar los océanos por el Emperador Yongle, y a cargo de Zheng He, su principal consejero, dieron la vuelta completa al mundo 100 años antes que la expedición magallánica, que concluyó su periplo a las órdenes de Juan Sebastián Elcano. Llegaron a la punta sur africana –llamada después cabo de Buena Esperanza–, 66 años antes que los portugueses; descubrieron América 71 años antes que Colón; estuvieron en Australia y Nueva Zelanda tres siglos y medio antes que Cook, y bordearon los dos polos, por lo menos, con cuatro siglos de anticipación a los europeos.
“El almirante Zhu Man, entretanto, al mando de la expedición II, bordeó Sudamérica desde las Guayanas hasta las islas Malvinas, pasando por Brasil y el río de la Plata. En el extremo sur, Zhou Man dio la vuelta por el estrecho que Magallanes, “descubriría” un siglo después, para remontar enseguida por la corriente de Humboldt, a lo largo de Chile y la costa pacífica sudamericana.
Avanzó al norte de Perú, donde hasta hoy son hallados objetos arqueológicos de manufactura o inspiración china, y de allí siguió al sur-oeste a Nueva Zelanda y la costa oriental de Australia, para luego retornar a América. La recorrería esta vez desde California –a la que imaginó como una isla– hasta el Ecuador. Desde allí emprendió el regreso a China, a través del archipiélago filipino”
Ricardo Berrutti
Polar comunicaciones.
Polar comunicaciones.