La Municipalidad de Punta Arenas informó la recepción del último cargamento planificado de sal para esta temporada invernal, con el cual se completa un total cercano a 1.300 toneladas gestionadas durante el año. La medida busca asegurar el tratamiento preventivo y el despeje oportuno de las calles ante posibles episodios de escarcha o nieve.
"Con este cargamento de 368 toneladas vamos a completar casi 1.300 durante este invierno, una cifra récord para la municipalidad. Hoy tenemos un stock disponible de 1.000 toneladas", señaló el alcalde Claudio Radonich, quien explicó que la planificación comenzó en febrero para garantizar la llegada progresiva de la sal.El jefe comunal recordó que, aunque el invierno ha sido relativamente benigno hasta ahora, "el terremoto blanco fue en agosto y sabemos que las condiciones pueden cambiar drásticamente. Por eso hemos preparado este stock para cubrir los 190 kilómetros de calles urbanas que requieren tratamiento, especialmente las que presentan mayor flujo vehicular y pendientes".Actualmente, la municipalidad dispone de tres camiones saleros industriales, tres camionetas de perfil bajo (pronto se sumarán tres más), dos motoniveladoras, un cargador frontal y una retroexcavadora. Además, se incorporó una nueva motoniveladora 6x6 para el trabajo en nieve. La inversión total en esta operación alcanza los $184 millones.El funcionario del Departamento de Reducción del Riesgo de Desastre, Víctor Soto, destacó que "las labores comienzan a las 3:30 de la madrugada, priorizando las vías estructurantes, los recorridos de la locomoción colectiva y las calles con pendiente. Este año, el alcalde instruyó que tengamos un stock crítico gestionado de cerca de 1.300 toneladas, casi el doble de lo que manejábamos en temporadas anteriores".Las principales calles y avenidas como Independencia, Costanera, Bulnes, España y Alessandri son atendidas por los camiones saleros, mientras que las camionetas recorren sectores de menor acceso, especialmente calles en subida y bajada.Para concluir, Radonich enfatizó que "la sal se aplica incluso antes de que la ciudad despierte, y en jornadas de alta variación térmica hemos tenido que intervenir hasta tres veces al día. Queremos que los vecinos estén tranquilos, porque contamos con los recursos y la planificación necesaria para responder ante cualquier eventualidad climática".