5 de agosto de 2016
Sr. Director
Radio Polar
Tengo el grado de dirigirme a usted sobre los términos vertidos en la nota: Pronto comercializarán la carne de guanaco en la vecina Santa Cruz».
Como se puede apreciar, primeramente no saben, porque no se realizó un recuento de la cantidad de animales que hay y menos cual es el estado sanitario de los mismos.
Sobre esto último hay que saber que la mayoría de los guanacos (Lama guanicoe), según investigaciones realizadas por especialistas del Laboratorio de Ecología de Enfermedades, ICIVET-LITORAL, UNL-CONICET, del Grupo de Investigación en Ecofisiología de Fauna Silvestre (GIEFAS), INIBIOMA-CONICET-AUSMA-UNCo, del Laboratorio de Interacciones Ecológicas, IADIZA, CONICET-Mendoza y del Grupo de Investigaciones de la Biodiversidad (GIB), IADIZA, CONICET-Mendoza; albergan comunidades parasitarias compuestas por varias especies. Entre 756 animales estudiados los guanacos presentaron 11 especies de parásitos pertenecientes a 5 especies de nematodes: 2 de Nematodirus, 1 de Trichuris, 1 de Capillaria y 1 de Strongyloides; 1 especie de cestode correspondiente a Moniezia benedeni, y 5 especies de protozoos del género Eimeria (E. lamae, E. alpacae, E. punoensis, E. macusaniensis y E. ivitaensis). Nematodirus sp., Strongyloides sp. y Moniezia benedeni.Estas parasitosis no están estudiadas en profundidad dentro de la región y no se sabe con certeza qué consecuencias le puede producir al organismo del ser humano.
La fauna silvestre se encuentra expuesta a diferentes estímulos, naturales y antrópicos, que desencadenan respuestas de estrés secretando glucocorticoides que, a largo plazo, deprimen al sistema inmunitario. Las enfermedades parasitarias, a su vez, tienen un gran impacto en las dinámicas poblacionales de algunas especies silvestres, por lo que pueden representar una amenaza considerable, sobre todo, para los grupos de riesgo formados por menores y personas ancianas.
El Estado debe responsabilizarse de las posibles consecuencias que puede traer la presencia de esta parasitosis.
Al guanaco culturalmente lo están consumiendo pero desde el punto de vista legal lo único que está aprobado, que se autoriza por leyes nacionales, internacionales y provinciales es el uso legal de la fibra del guanaco, no la carne.
También el SENASA (Organismo responsable de garantizar y certificar la sanidad y calidad de la producción agropecuaria, pesquera y forestal) en 2011 estudió y publico infecciones mixtas encontradas en guanacos patagónicos por E. coli, Salmonella y rotavirus (Parreño et al., 2001). Una E. coli (STEC) serotipo O26:H11 productora de Shiga toxina (Stx) con capacidad verotoxigénica. La importancia de este hallazgo radica en la posible susceptibilidad de los CS a cepas de E. coli con características zoonóticas asociadas a cuadros de síndrome urémico hemolítico en humanos (Mercado et al., 2004).
Es imprudente hablar de explotación y consumo de carne de guanaco y estamos siendo testigos de una grotesca subordinación ante los hombres de negocios (ganaderos) que ven a una criatura de notable belleza y resistencia como poco más que una molestia.
Es un regreso a una mentalidad del siglo XIX, donde la explotación forestal y el pastoreo triunfan sobre todo lo demás.
Aunque el guanaco no está amenazado con la extinción a escala continental, el animal aún enfrenta serias amenazas de caza furtiva y la degradación de las zonas de pastoreo, y es probable que desaparezca de varias de las regiones que conforman su área de distribución histórica, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Los médicos infectólogos ante la duda aconsejan La mejor manera de prevenir enfermedades producidas por el consume de carne de guanaco, es no consumirla.
Prof. Norberto Ovando
Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la IUCN
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