9 de mayo de 2025
El 13 de enero pasado, el Sename dejó de existir en la región de Magallanes. La nueva institucionalidad de reinserción social llegó al extremo sur de la mano del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, que desde ahora atenderá a los jóvenes que han cometido delitos y sancionados bajo la Ley N° 20.084. Este servicio tiene como objetivo principal garantizar que los jóvenes puedan reincorporarse a la sociedad de manera positiva, a través de programas y medidas que fomenten su desarrollo personal y profesional.
El Servicio de Reinserción Social Juvenil se ha estado implementando gradualmente en el país. Primero en el norte y luego el sur, incluyendo las regiones de Maule, Biobío, Ñuble, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes. Este proceso finalizará con su tercera etapa en 2026 con la puesta en marcha en la zona central del país.
Bajo la ley N° 21.527, fue posible crear este Servicio, cuya misión es quebrar las trayectorias delictivas de los jóvenes, enfocando el apoyo a la rehabilitación y la reinserción social, ofreciendo una variedad de programas y medidas para apoyar a los jóvenes en su proceso de cambio y reincorporarlos a la sociedad. En resumen, la "nueva reinserción social" en Chile representa un cambio fundamental en la forma en que se aborda el sistema de justicia juvenil, que espera construir un sistema más efectivo y humano que garantice la reinserción de los jóvenes que han cometido delitos.
Pero la reinserción social es más que programas y tareas. Nuestra labor está centrada en ayudar y apoyar a jóvenes que infringen la ley entre los 14 y 18 años, una tarea demandante no sólo por la dimensión de la tarea sino por la baja comprensión social respecto al proceso de reinsertar a estos jóvenes de manera sana y segura.
Con la modificación de la Ley N°20.084 de Responsabilidad Penal Adolescente, podremos administrar y ejecutar las medidas, sanciones y efectuar mediaciones para promover la integración social de los jóvenes e implementar políticas de carácter intersectorial. Cuando Chile suscribió en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño, se comprometió y obligó a levantar estructuras, instituciones, leyes y normativas para responder efectivamente al trabajo que requería garantizar el bienestar integral de niñas y niños y adolescentes. Desde entonces estamos trabajando para pasar de una política punitiva a una de verdadera reinserción social.
Hoy, contamos con un servicio público con mayor autonomía en su acción y recursos, que contempla sistemas de acompañamiento en el desarrollo psicosocial del joven y sus grupos familiares. También considera la ejecución y supervisión directa de programas y organismos colaboradores acreditados, así como modificaciones respecto a la aplicación de justicia. Lo que esperamos es que el sistema cerrado de privación de libertad sea la instancia final para un joven.
Como funcionarios del Servicio de Reinserción Social Juvenil de Magallanes tenemos el mandato de trabajar de forma personalizada con las y los jóvenes lo que implica conocer sus contextos de vida, sus historias, sus sueños. Por tanto, tenemos una gran tarea a través del cumplimiento de nuestro trabajo con pleno respeto de los derechos humanos de las y los jóvenes, garantizando así sus derechos que han sido reconocidos en la Constitución Política de la República, la Convención sobre los Derechos del Niño y en los demás tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
No podemos olvidar que las y los jóvenes que han infringido la ley, en mayor o menor medida, han crecido y se han formado en condiciones de vulnerabilidad, con entornos familiares complejos, alejados del proceso educativo, situaciones de salud mental sin atención, consumo de sustancias, lo que complejiza su atención oportuna bajo un enfoque de derechos y con perspectiva de restauración. Por eso, este Servicio de Reinserción Social necesita de una articulación intersectorial y recursos humanos de alta especificidad.
La tarea que tenemos como sociedad, es llegar antes, y no esperar a que se perpetúe la conducta delictiva en la adultez. Se trata de no actuar reactivamente, sino que de colocar al centro la prevención.
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.