19 de mayo de 2024
Después de los cuatro oficios enviados por el municipio en el mes de enero y la reciente respuesta de la subsecretaria y el ministro de Educación, quienes señalan que es el municipio el que tiene que pagar a los profesores el reajuste del 4,3% del mes de diciembre, el alcalde respondió.
“La corporación cuando paga los sueldos, paga los de diciembre y aquí se tiene que incorporar este incremento. Pero lo que pasaba antes, era que esos fondos estatales después llegaban directamente a la corporación o a la municipalidad en estos casos. Como la ley de traspaso indica que el 31 de diciembre cerrábamos el área de educación, cuando llega la plata no nos puede depositar el Estado a la corporación porque esa área está cerrada. Por tanto, el Slep que es el continuador, tendrá que hacerse cargo de este pago”, indicó el alcalde Radonich.
Además, fue enfático en señalar que “esa duda la genera el Gobierno y lamentablemente no han tenido la capacidad de dar una respuesta técnica en cinco meses, y ahora cambian totalmente una situación que no corresponde. Quiero ser súper claro, aquí no hay deudas previsionales y la única deuda que existe es la del Gobierno que en cinco meses no ha podido dar una solución a un problema que era conocido", agregando que es "un problema que fue transparentado por parte de la corporación y la municipalidad, quienes pedimos que desde que apareció este tema nos entregaran una respuesta del que tiene la responsabilidad del pago del reajuste, que es el Gobierno”.
Finalmente, la autoridad comunal, mencionó lo siguiente, "no quiero pensar que esto viene de la mano con la idea del Gobierno de quitarnos la plata vía Dipres y que esto sea algo no técnico, sino que tenga un tinte político que perjudica nuevamente a la ciudad de Punta Arenas".
Un 58% sigue pensando que fue la expresión de un descontento social que sigue latente, pero hay llamativos cambios. "La gran diferencia es que pasamos de la esperanza al miedo”, dice Roberto Izikson.
Un 58% sigue pensando que fue la expresión de un descontento social que sigue latente, pero hay llamativos cambios. "La gran diferencia es que pasamos de la esperanza al miedo”, dice Roberto Izikson.