Una mirada integral y el foco en Bolivia. Al tener que vigilar más de 1000 kilómetros de frontera, Matthei propone una mirada integral que combine infraestructura, capacidades operativas de rápida respuesta y hacer respetar la frontera frente a países vecinos, especialmente Bolivia, que ha rechazado la reconducción de extranjeros a su país.
Infraestructura para el control fronterizo. Se contempla levantar infraestructura física y digital robusta para las zonas críticas. En las principales rutas de acceso de inmigrantes clandestinos propone la instalación de barreras físicas -una combinación de fosas, pretiles y otros- para delimitar 240 kilómetros, lo que contempla alrededor de los cuatro pasos fronterizos prioritarios. Aquello será complementado con sensores de superficie y fibra óptica enterrada.
- Cámaras ópticas y térmicas con alcance de 10 kilómetros, y una plataforma de procesamiento de video con Inteligencia Artificial para la detección temprana y automatizada de extranjeros entrando irregularmente al país, evitando el monitoreo manual de pantallas de presentación de imágenes.
- En pasos secundarios, enfocados en narcotráfico y robo de vehículos, se comprometen patrullas móviles, cuadrimotos, 10 drones de última generación y globos aerostáticos.
Capacidades operativas de respuesta rápida. Se complementan las barreras de infraestructura con una respuesta rápida de las fuerzas operativas, coordinadas desde un mando centralizado. Esto incluye el trabajo con las FFAA y las policías. Aquello supone un plan de planificación, coordinación, protocolos, procedimientos y medios de transporte definidos.
Centros de internación de migrantes irregulares. Se crearán dos centros de internación ubicados dentro de los primeros 10 kilómetros de la frontera, con capacidad para procesar hasta 100 personas cada uno por un máximo de 48 horas.
- Estos centros son móviles y se instalarán según el lugar de mayor ingreso clandestino, inicialmente cerca de Colchane. Están diseñados para evaluar a los migrantes clandestinos mediante tecnología avanzada, incluyendo biometría e interoperabilidad con bases de datos nacionales e internacionales, lo que apuesta a ejecutar reconducciones inmediatas a Bolivia o Perú.
- Los centros constituyen una señal de que el ingreso clandestino a Chile tendrá consecuencias inmediatas.
Efectividad de las reconducciones con Bolivia. Un punto clave del plan es la relación con Bolivia para la reconducción de migrantes. Matthei propone exigir compromisos para garantizar la aplicación de medidas de retorno, en un plan de cooperación bilateral.
- En abril de 2022, bajo la administración Boric, el Servicio Nacional de Migraciones emitió un decreto que impedía reconducir a los extranjeros que llegaban desde Bolivia. La normativa se dejó sin efecto en agosto del año pasado, pero para algunos es impracticable a partir de las instrucciones genéricas que estipula y porque el gobierno de Luis Arce, con el que el Presidente quería forjar una alianza al llegar a La Moneda, sigue colocando restricciones al ingreso de migrantes que no sean bolivianos.
- Matthei apuesta a una política de colaboración internacional para validar la identidad de quienes se mueven por el continente, respetar los derechos de los migrantes y hacer cumplir la norma para reconducir a quien ingresa ilegalmente por un país vecino.
Fin de privilegios y sanción a empleadores. Se suprimirán beneficios que a juicio de Matthei otorguen privilegios respecto de los chilenos y de los migrantes legales. Se complementarán estas medidas con campañas de disuasión y sanciones efectivas a empleadores de migrantes irregulares para abordar el problema de raíz.
Qué observar. Los antecedentes sobre los cuales Matthei realizó su programa son los siguientes:
- Los extranjeros representan un 9,9% de la población residente, y, según Gendarmería, el 15,2% de los privados de libertad y el 13% de los victimarios de homicidios.
- Chile enfrenta un incremento significativo de ingresos clandestinos. Entre 2018 y 2021, según cifras de la PDI, se registraron 87.792 ingresos irregulares, con un promedio mensual de 1.829. Sin embargo, entre 2022 y octubre de 2024, esta cifra se disparó a 124.887, duplicando el promedio mensual a 3.673.
- Las expulsiones han disminuido. En el periodo 2018-2021, se realizaron 140,7 expulsiones mensuales. A partir del 2022 las expulsiones se redujeron a 86,5 mensuales, con una caída de un 49% de las expulsiones judiciales.
Fuente: ex-ante.cl