12 de septiembre de 2017
El barco ballenero Hope, comandado por el capitán Brighton, encuentra al buque Jenny navegando a la deriva por el paso de Drake. A su bordo estaban los restos de los tripulantes, muertos de frío y de hambre; la última anotación asentada en el Cuaderno de Bitácora, correspondía al 17 de enero de 1823, consignando que a esa fecha llevaban ya setenta y dos días aprisionados entre los hielos, y que la víspera se les había apagado el fuego, sin poder volver a encenderlo de nuevo (Ernesto J. Fitte. Crónicas del Atlántico Sur).
Estas historias sobre barcos fantasma han sido muy frecuentes entre los hombres de los mares australes. Uno de esos relatos tiene que ver con el crucero ruso «Lyubov Orlova». Construido en 1976, durante más de tres décadas fue utilizado para expediciones por los océanos Ártico y Antártico, hasta que el 27 de noviembre de 2006 quedó atrapado por los hielos en la isla Decepción, en la Antártida, y tuvo que ser remolcado por otra embarcación hasta que pudo volver a navegar por sí mismo a la altura de Tierra del Fuego. Pero, en 2010 fue abandonado por sus dueños en un puerto de Terranova, y se vendió para ser desguazado. Pero el buque que lo trasladaba perdió contacto con él y la nave quedó flotando a la deriva, hasta que las corrientes marinas lo arrastraron hacia las islas británicas. Fue visto por última vez en abril de 2013, y la sospecha es que en su interior transportaba ratas caníbales (Infobae, 4/8/2017).
Otro caso fue el del velero escuela danés Kobenhavn, el más grande de la época, que desapareció con 17 oficiales y 62 jóvenes guardiamarinas sin dejar rastros. Había zarpado de Buenos Aires, el 14 de diciembre de 1928, con destino a Australia. Hasta una semana después todo andaba bien, pero sorpresivamente dejó de tener contacto radial y no recaló en ningún otro puerto. Las hipótesis se multiplicaron pero nunca se encontró un rastro a pesar de las reiteradas búsquedas realizadas.
Estas historias alimentaron fantasías y leyendas, entre ellas, la más famosa es la del Caleuche. En el sur de Chile se cree que un barco aparece entre el oleaje, muy iluminado y con su tripulación en medio de una fiesta. El Caleuche carga con los espíritus de la gente que se ha ahogado, los va recogiendo y se cree que una vez a bordo, los espíritus de estos muertos pueden volver a la vida que tenían antes de haberse ahogado.
Autor : Bernardo Veksler
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.
La denuncia fue realizada a Carabineros, quienes detuvieron al imputado en flagrancia, un hombre chileno, de 40 años, con antecedentes policiales.