15 de abril de 2014
A 3 AÑOS DEL MEGA INCENDIO LUGAREÑOS DE TORRES DEL PAINE RECUERDAN LA TRAGEDIA
El 27 de diciembre del 2011 se inició en las Torres del Paine en la Patagonia chilena uno de los incendios más terribles que se recuerden. Más de 17 mil hectáreas fueron devastadas por el fuego que por varios días […]
El 27 de diciembre del 2011 se inició en las Torres del Paine en la Patagonia chilena uno de los incendios más terribles que se recuerden. Más de 17 mil hectáreas fueron devastadas por el fuego que por varios días mantuvo al país y a los ecologistas expectantes respecto a los efectos que produciría en una de las maravillas naturales del planeta.
A 3 años del siniestro los que más padecieron la situación, aquellos que han vivido y trabajado en el sector por años, recuerdan con Nación.cl esos días.
Andrés Velásquez es uno de los jefes de guía de los baqueanos que pertenecen al Hotel Torres del Paine, ubicado a pocos kilómetros de esas montañas que atraen a miles turistas de todo el mundo cada año.
Siempre hay gente que tiene conciencia pero hay otras personas que no y eso fue lo que sucedió el año 2011 y también en el 2005. Allí fue una persona que se paró en un lugar a utilizar una cocinilla y se le dio vuelta en el pasto. En esa oportunidad quemó aproximadamente 15 mil hectáreas. En el caso del 2011 fueron 17 mil hectáreas y esa vez el incendio fue tanto o más dañino que el anterior, asevera el guía turístico.
En el caso del año 2005 se quemó más bosque, explica Andrés, mientras que el último incendio consumió matorrales que no tienen una recuperación tan rápida.
INFIERNO EN EL PARQUE
Velásquez es el jefe de expediciones del Hotel Torres del Paine. Recuerda los días del incendio como uno de los momentos más lamentables. Afortunadamente -dice- el fuego no alcanzó la zona del Hotel, ya que existían corta-fuegos naturales que lo impidieron.
El fuego se declaró al interior del parque, pero llegó un momento en que las llamas comenzaron a descontrolarse y tuvimos que comenzar a evacuar a la gente que estaba en el hotel. A los 15 ó 20 días de iniciado el fuego el parque seguía abierto hacia la parte noreste, ya que el fuego estaba del otro lado, y que el fuego viniera desde allá hasta acá donde está el hotel era muy difícil puesto que existen varios cortafuegos naturales como el valle francés, el valle del Asencio donde se corta la vegetación, pero acá el viento hizo cambiar la trayectoria del fuego muy rápidamente, explica.
Velásquez recuerda que en esa época el Hotel Torres del Paine albergó a más de un centenar voluntarios que día a día debían trasladarse al sector de las llamas. Se ocupó uno de los salones del hotel y ellos podían quedarse, descansar y partir a sus labores al día siguiente, recuerda Andrés.
RESGUARDOS
Desde la tragedia de las torres en el año 2010, Conaf ha incrementado sus resguardos para evitar volver a padecer incendios forestales en el sector.
A la prohibición de hacer cualquier tipo de fogatas, se suman sendas medidas de seguridad y capacitación para los mismos visitantes que ingresan al parque. Además, hay permanentes patrullajes por parte de Carabineros y la Policía de Investigaciones.
EL VERANO MÁS HELADO
A pesar de los incendios, el Parque Nacional Torres del Paine sigue siendo un lugar único en el planeta. Un paraje lleno de bosques y vegetación, con días muy helados en los meses fríos, aunque Andrés Velásquez nos cuenta que hay excepciones como lo que sucedió durante el último verano donde se experimentaron temperaturas bajo cero a las 8 de la mañana.
Una de las cosas que marcó el parque en esta última temporada, fue que se produjo el verano más helado en 38 años. De hecho durante este año seguimos de largo con el invierno. Y ahora se espera que el invierno sea un poco más duro aún, cuenta Andrés.

Este importante reconocimiento certifica que el establecimiento cumple con los estándares exigidos por la normativa vigente en materia de calidad y seguridad, uno de los pilares fundamentales de la reforma de salud en nuestro país.
Este importante reconocimiento certifica que el establecimiento cumple con los estándares exigidos por la normativa vigente en materia de calidad y seguridad, uno de los pilares fundamentales de la reforma de salud en nuestro país.


