27 de julio de 2017
APRENDE CÓMO PREVENIR LA MOLESTA AMIGDALITIS
Comienza como una pequeña molestia en la garganta, que comúnmente se intenta aliviar con pastillas de menta, dulces de miel o gárgaras con agua y sal. Sin embargo, rápidamente deriva en un dolor tan intenso que hasta puede sacar lágrimas, […]
Comienza como una pequeña molestia en la garganta, que comúnmente se intenta aliviar con pastillas de menta, dulces de miel o gárgaras con agua y sal. Sin embargo, rápidamente deriva en un dolor tan intenso que hasta puede sacar lágrimas, en especial cuando es necesario tragar. Se trata de la conocida amigdalitis, una enfermedad muy común sobre todo en épocas de frío extremo.
Según explica Isabel Carranza, otorrinolaringóloga de Clínica Vespucio, las amígdalas son un tejido ubicado en la parte posterior de la boca, cuya función es netamente defensiva, ya que están encargadas de eliminar las bacterias que nos puedan provocar infecciones.
El problema es que en ocasiones se inflaman, generando molestos síntomas, entre ellos:
– Dolor o ardor de garganta, que se hace más intenso al tragar
– Aumento de tamaño de las amígdalas, las cuales adquieren un color rojizo, con una capa de color amarillo, blanco o gris.
– Fiebre
– Pérdida de apetito
– Decaimiento, dolor de cabeza, dolor de oídos y, a veces, náuseas y/o vómitos.
«La amigdalitis debe diferenciarse de los síntomas de un resfrío común que además del dolor de garganta, se acompaña de estornudos, mucosidad, congestión de la nariz, ojos irritados y tos», aclara la especialista.
El contagio de esta enfermedad se da comúnmente en ambientes cerrados, como oficinas, en el caso de los adultos, y jardines infantiles y colegios, en el caso de los más pequeños.
«Lo más importante es prevenir el contagio», recomienda Carranza. Y agrega: «También se debe evitar los cambios bruscos de temperatura que son frecuentes en esta época del año. En los meses fríos abrigarse, sobre todo protegiendo la nariz y la boca».
Algunas medidas concretas que se pueden adoptar para evitar contraer una amigdalitis, son:
– Consumir frutas y verduras ricas en vitamina C.
– En lo posible, no tener contacto con personas que estén enfermas.
– No fumar y evitar lugares donde otras personas lo hacen.
– Mantener ventilados los espacios en donde se realizan las actividades diarias.
Y si a pesar de todas las medidas de prevención, el contagio igual ocurre, la única forma de combatir una amigdalitis es con antibióticos por al menos siete días. «En la mayoría de los casos, los pacientes responden muy bien al tratamiento con antibióticos asociados a antiinflamatorios y/o analgésicos (calmantes) al comienzo, ya que los síntomas disminuyen o desaparecen entre las 48 y 72 horas luego de haberlos tomado. Los pacientes vuelven a realizar sus labores diarias a la semana, sin complicaciones», concluye la especialista.
Este importante reconocimiento certifica que el establecimiento cumple con los estándares exigidos por la normativa vigente en materia de calidad y seguridad, uno de los pilares fundamentales de la reforma de salud en nuestro país.
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