23 de junio de 2008
A LA FALTA DE UN ESTUDIO A CONCIENCIA QUE DEFINA DÓNDE SE PUEDE Y DÓNDE NO SE PUEDE ESTACIONAR
Hay cuestiones que es necesario definir , con buen criterio, por cierto. Nos parece que nuestra ciudad no puede darse el lujo de impedir, a rajatabla, que los vehículos sean estacionados sobre algunas veredas. Qué sentido tiene, que una ciudad de […]
Hay cuestiones que es necesario definir
, con buen criterio, por cierto.
Nos parece que nuestra ciudad no puede darse el lujo de impedir, a rajatabla, que los vehículos sean estacionados sobre algunas veredas.
Qué sentido tiene, que una ciudad de calles estrechas sea tan estricta en esta materia, cuando en grandes capitales europeas, por ejemplo, esto es perfectamente posible.
Evidentemente, sólo se debiera autorizar el estacionamiento de automóviles, en el sector de la vereda que no afecta el desplazamiento vehicular, y sólo en determinadas calles, que debiesen estar debidamente señalizadas.
Ganaríamos mucho de esta manera, sobre todo en materia de seguridad para los propios transeúntes.
Por otra parte, en los hecho esto ocurre así, y en numerosas cuadras de Punta Arenas, estas áreas son utilizadas para estos fines. Lo insólito está es que cuando lo hacemos, en rigor estamos cometiendo una trasgresión y quedamos a expensas del criterio de un señor inspector que nos puede multar si así le place.
Sucede algo similar en un paño de avenida España, frente a Villa Friburgo, donde en la práctica, quien lo desee se puede estacionar sobre el (entre comillas) parque. De parque no tiene nada, porque allí sólo hay barro. Pero, lo cierto es que hay que asumir esta realidad y construir un lugar de aparcamiento en ese punto de la avenida. Si no se hace todo seguirá igual, lo que ciertamente no es nada satisfactorio.
A la falta de un estudio a conciencia que defina dónde se puede y dónde no se puede estacionar, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
El evento gratuito iluminó Punta Arenas con arte, historia y tecnología, sumando un nuevo hito para las invernadas.
El evento gratuito iluminó Punta Arenas con arte, historia y tecnología, sumando un nuevo hito para las invernadas.
