7 de febrero de 2015
Recuerdo que en mi infancia, cuando visitaba a mis primos en la aldea, la hora de la merienda era especialmente quejumbrosa ya que desde cada ventana o balcón salía un lamento de mujer maltratada.
Si miraba de manera inquisitiva a mi tío, éste se limitaba a decirme que eso no eran cosas nuestras, que cada uno en su casa hacía como mejor se le ocurría.
Hoy en día nos echamos las manos a la cabeza cuando cae una nueva víctima de la violencia de género, e inmediatamente cambiamos el centro de atención mirando hacia países ubicados más al sur para justificar el estado de igualdad que rige en España.
Pero bajo el mensaje subyace el problema: sí es necesario hacer campañas en contra de la violencia de género es porque sigue existiendo. Y cuando me refiero a ello no me limito al arrebato de atizar a una mujer, sino a cuestiones más subliminales que denuncian que la igualdad de géneros en este país es una chufla.
La diferencia de salarios por motivos de género es una muestra de violencia que se ejercita sobre la mujer al privarla del reconocimiento a su esfuerzo, de igual manera que la paridad. A mi no me importa que el Estado esté administrado por hombres o mujeres, y me preocupan aún menos cuáles puedan ser sus inclinaciones sexuales siempre que dimanen del respeto y la libertad.
Lo que me preocupa es la gestión eficiente de la cosa pública sin interesarme si el Congreso está lleno de hombres o de mujeres. La valía de una persona o de una profesional no se cuantifica por su sexo sino por su competencia. Porque en esencia la paridad refleja lo endeble de su naturaleza, que manifiesta al fin una equivalencia maltrecha que dice que las mujeres son similares a los hombres, no por sus méritos, sino desgraciadamente por la lectura subliminal de una igualdad de mentirijillas, una propuesta coja asentada en el postulado machista de porque los hombres las dejan.
Por Miguel Mosquera Paans, Embajador Cultural de Latinoamérica. AEADO
En su visita por Magallanes, la subsecretaria General de Gobierno, Nicole Cardoch, encabezó un Gabinete Regional; participó de la Segunda sesión Plenaria del año de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres y asistió a la entrega del primer helicóptero para el combate de incendios, entre otras actividades.
En su visita por Magallanes, la subsecretaria General de Gobierno, Nicole Cardoch, encabezó un Gabinete Regional; participó de la Segunda sesión Plenaria del año de la Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres y asistió a la entrega del primer helicóptero para el combate de incendios, entre otras actividades.