Transcurrida una hora y media desde que inició el conteo de votos para el Consejo Constitucional, se han empezado a configurar las primeras tendencias que podrían marcar la composición del órgano que redactará -junto a la Comisión Experta- una nueva Constitución.

Hasta ahora, con 31,2% de las mesas escrutadas a nivel nacional, se estaría imponiendo a nivel nacional la tienda fundada y liderada por José Antonio Kast, el Partido Republicano, que estaría reuniendo un 36,1% de las preferencias a nivel nacional y cuyo candidato más votado a nivel nacional es el abogado Luis Silva, quien compite en la RM.

Con el mismo porcentaje, el segundo pacto con más votos a nivel nacional es Unidad por Chile, que congrega al Partido Socialista (PS), Frente Amplio y al PC, la coalición base del Presidente Gabriel Boric. La fórmula conformada por las fuerzas de Apruebo Dignidad y los socialistas estaría doblando en votos a sus socios del oficialismo, el pacto Todo por Chile, que congrega al PPD, DC y PR, tiendas que impulsaron la tesis de listas separadas.

En tercer lugar, a nivel nacional se estaría posicionando la lista de Chile Vamos (Chile Seguro) -conformada por la UDI, RN y Evópoli- con un 21,9% de las preferencias. La candidata de la oposición que lidera el pacto es la exministra de Transporte de Piñera 2 y timonel de Evópoli, Gloria Hutt, seguida por el también exsecretario de Estado y alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado.

En contra de los pronósticos y sondeos, el PDG no logró sumar nuevos adherentes y estaría quedando relegado al último lugar de los cinco pactos en competencia, con un 5,2% de las preferencias. El líder y fundador del PDG, Franco Parisi, reconoció que como colectividad “esperaban más” y que la situación de Karla Añez, candidata condenada por tráfico de drogas, los “golpeó muy fuerte”.

La ruta hacia el nuevo proceso constitucional

Nadie esperaba una derrota del Apruebo (al texto redactado por la extinta Convención Constitucional) tan contundente la noche del 4 de septiembre de 2022. Ni siquiera los más optimistas en la derecha y en la centroizquierda que iban por el Rechazo esperaban que el 62% de las personas que acudieron a votar -en una participación histórica- le diera un portazo a la propuesta.

El golpe fue contundente para los sectores que esperaban que ese texto pudiese reemplazar la Carta Magna de 1980 quedaban debilitadas. Sin embargo, antes de la elección, los presidentes y representantes de Chile Vamos habían manifestado -incluso algunos a contrapelo de su sector- su voluntad de avanzar hacia “una nueva y buena Constitución” en caso de que ganara el Rechazo. Posición que refrendaron durante esa misma noche del 4 de septiembre.

Así, las negociaciones por alcanzar un nuevo proceso iniciaron el 7 de septiembre, días después del plebiscito, y se extendieron durante casi 100 días, en un tira y afloja entre oposición y oficialismo que -por momentos- parecía no llegar a puerto.

Tras acudir a La Moneda, luego del llamado del Presidente Gabriel Boric, el entonces presidente del Senado Álvaro Elizalde -ahora ministro Segpres- y extimonel de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, comunicaron que los partidos iniciaban una serie de diálogos para buscar la fórmula para habilitar un nuevo proceso constitucional.

Diálogos que en muchos casos estuvieron marcados por la tensión y la ausencia de puntos de entendimiento entre ambas partes. La mayor batalla -y que entrampó las conversaciones por meses- se dio en torno a la composición del órgano y a la definición del mecanismo. De parte del oficialismo -especialmente de Apruebo Dignidad- empujaban la idea una convención 100% electa por la ciudadanía; mientras que la oposición respaldaba una fórmula mixta de integrantes electos y expertos designados por el Congreso.

Finalmente, oposición y oficialismo consensuaron ambas posturas en un mecanismo que contempla un órgano 100% electo -el Consejo Constitucional- y la participación vinculante de expertos designados por el Congreso, quienes se encuentran redactando el anteproyecto de Constitución desde el pasado 6 de marzo.

Así las cosas, el pacto se selló en diciembre bajo el nombre “Acuerdo por Chile” y tuvo el respaldo de todos los partidos con representación parlamentario, salvo Republicanos y el PDG, quien, de todos modos, llevaron candidatos al consejo en esta elección.

Fuente: latercera.com