La sala de la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó, por 78 votos en contra, la Acusación Constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, luego de que la defensa de la autoridad argumentara que esta acción no cumplía con los umbrales jurídicos mínimos para su aplicación y que se hicieron acusaciones injustas en su contra.

«Nunca he infringido las leyes ni la Constitución. Soy un firme defensor de la democracia, de la Constitución y de las herramientas que ésta contiene para fiscalizar y mejorar el accionar de las autoridades. Pero también tengo la certeza de que es a través del diálogo constructivo donde la amplia mayoría de quienes participamos de la política podemos avanzar para mejorar la vida de cientos y miles de estudiantes, niños, niñas y jóvenes», señaló el ministro Ávila luego de la votación.

El secretario de Estado agradeció a las y los diputados oficialistas y de oposición que rechazaron la acusación, y en especial agradeció a los diputados Héctor Ulloa, Juan Santana y Tomás Hirsch, quienes integraron la comisión revisora, a la diputada Viviana Delgado, y a su abogado defensor, Francisco Cox, quien se encargó de demostrar la improcedencia del libelo.

Pero también el ministro Ávila le habló a las y los diputados de oposición que apoyaron la acusación, señalando que «mantengo incólume mi voluntad para trabajar en conjunto con todos los sectores políticos, tal como lo he hecho hasta ahora (…). Las puertas del Ministerio de Educación seguirán abiertas para que sigamos trabajando, como lo hemos hecho con muchos de ellos y ellas, para lograr estos objetivos que son la mejora de la calidad de la educación».

«Mi llamado hoy día, después de esta acusación, es a cuidar el trato en el mundo político, a respetarnos más allá de las diferencias, a no convertir las justas diferencias entre unos y otros en ataques personales», agregó.

Prioridad en la reactivación educativa

Tras el rechazo de la Acusación Constitucional, el ministro Ávila advirtió que hay que continuar sin pausa en el trabajo que se está haciendo por reactivar la educación del país. 

«En este año y medio nos hemos dedicado con firmeza a reactivar el sistema educativo, a recuperar a niños de las aulas, a mejorar la infraestructura escolar, a mejorar el servicio de alimentación. Por eso es que hoy día, cuando vemos que está mejorando la asistencia, tenemos que seguir trabajando, dejar de lado la política pequeña y trabajar en conjunto por la gran política, que es hoy día recuperar nuestro sistema educativo», dijo. 

La autoridad detalló que actualmente hay 1.300 profesionales que se están desplegando para revincular a las y los estudiantes que se han visto excluidos de la educación formal, y que más de 20 mil personas se han inscrito en el Plan Nacional de Tutorías para acompañar a estudiantes en el desarrollo de su lectoescritura.

«No es el momento de la pequeñez, es el momento de trabajar todos y todas en conjunto. Seguiremos trabajando incansablemente. Hoy debemos ponernos todos al servicio del sistema educativo, para que cada establecimiento educacional, cada centro educativo, sala cuna, jardín infantil, escuela y liceo, sea un espacio de acogida y de bienestar para todos y todas», concluyó el ministro.

Construcción a través del diálogo

Tras la sesión también habló la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, quien dijo que «en política, siempre hay espacio para mejorar, y la posibilidad de mejora es cuando las políticas públicas y las gestiones ministeriales se trabajan y se construyen a través del diálogo. Y el ministro Ávila ha sido un promotor y defensor del diálogo en las comisiones de Educación de ambas cámaras, como también en las comunidades educativas».

«Una de las principales políticas públicas del Ministerio de Educación ha sido el Plan de Reactivación Educativa, y eso ha traído tutores, ha traído profesionales en una campaña nacional transversal para justamente enfrentar el problema de la deserción y de la asistencia», añadió.

Y el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, agradeció a las y los diputados que rechazaron la acusación, destacando «la importancia del diálogo democrático para avanzar en una mejor educación para Chile».

«Lamentablemente, las acusaciones constitucionales, más aún cuando carecen de fundamento, como es en este caso, nos distraen del esfuerzo relevante, al encapsular al sistema político, particularmente al Congreso Nacional, en un debate que no guarda relación con lo que se necesita en nuestro país. Por eso el llamado que hacemos es que este instrumento se utilice con prudencia y responsabilidad», concluyó.