En agosto del año pasado La Prensa Austral informó del fatal atropello de un hombre de 74 años en la Avenida Martínez de Aldunate, recalcando luego la decisión del tribunal de no acceder a la petición de la Fiscalía de dejar al detenido en prisión preventiva.

Ayer durante la mañana, el mismo conductor chocó y volcó en la Avenida Costanera, causando daños y poniendo en riesgo a los conductores que se desplazaban por el sector, quienes fueron testigos de cómo un joven en estado de ebriedad abandonaba el vehículo y huía del lugar.

Sin embargo, el rápido aviso y concurrencia de Carabineros permitió que a los 15 minutos el conductor fuera detenido cuando caminaba por la misma avenida llegando a la intersección con calle Errázuriz.

Cristofer Argel Vargas, de 20 años, compareció ayer mismo en el Juzgado de Garantía. Esta vez se resolvió su ingreso a la cárcel bajo la medida de prisión preventiva.

El accidente que motivó su aprehensión se registró cerca de las 6 horas en Costanera a la altura de calle Bellavista, sector sur de Punta Arenas. De acuerdo con testigos, el conductor se desplazaba a gran velocidad de sur a norte, realizando maniobras de adelantamiento. Fue en una de ellas cuando perdió el control del vehículo marca Mazda modelo Demio, color gris, subiéndose al bandejón central para impactar contra uno de los postes de iluminación. Producto del violento choque, el automóvil terminó volcado. Acto seguido, su único ocupante salió por sus propios medios y enfiló caminando en dirección al norte.

Desde su formalización en agosto pasado por el atropello que costó la vida de Pedro Mansilla La Paz, contra Argel Vargas pesaba la medida de arresto domiciliario total. El incumplimiento y el hecho de que tal cautelar sólo tiene como más gravosa la prisión preventiva, llevó a que el juez Juan Villa Martínez accediera a la petición hecha por la fiscal Wendoline Acuña.

Lo anterior fue discutido por la abogada de la defensa, Fernanda Martínez, quien expuso que el conductor sólo tiene 20 años, que no registra antecedentes más allá del hecho de agosto pasado, que el incumplimiento fue puntual y que, además, fue diagnosticado con una depresión. Ninguno de los argumentos fueron válidos a la hora de la decisión del magistrado, quien preguntó al detenido si estaba siendo medicado. La respuesta fue negativa.

Por otro lado, sometido a la prueba respiratoria ésta arrojó que Argel conducía ahora con 1,16 gramos por litro de alcohol en la sangre. Durante su detención en agosto pasado tras el fatal atropello, los exámenes indicaron que lo hacía sin ingesta de alcohol, pero bajo los efectos de sustancias psicotrópicas.

Para el tribunal, además del incumplimiento de la medida vigente de arresto domiciliario total y que lleva casi de manera automática a “ir al paso siguiente” (la prisión preventiva), claramente la libertad del imputado constituye un peligro para la sociedad, tanto para el resto de las personas como para el mismo, dado que no sólo volvió a incurrir en el mismo delito de manejo sin contar con licencia, sino que reiteró la acción de huir del sitio del suceso.

Efectivamente, Cristofer Argel no cuenta con licencia de conducir, y en esta ocasión el vehículo que manejaba no tenía la documentación respectiva. Tampoco el móvil estaba a su nombre.

Tras la decisión del Juzgado de Garantía, el joven de 20 años deberá permanecer a lo menos 2 meses privado de libertad. Ante ello, la defensora Fernanda Martínez solicitó al tribunal que al momento de su ingreso a la cárcel sea evaluado por un profesional en base al diagnóstico de depresión, de manera que pueda ser resguardado en el sector de enfermería del recinto penal.