4 RAZONES QUE TE HARÁN QUERER PASAR MENOS TIEMPO FRENTE AL TELEVISOR

Por años los padres han luchado para que sus hijos pasen menos horas frente al televisor y más tiempo al aire libre. Sin embargo, la tecnología y la gran variedad de producciones audiovisuales han convertido esta batalla en una pelea más que difícil.

Los médicos y especialistas han hecho su parte y se han encargado de descifrar una serie de consecuencias que trae el abusar de la televisión. Según señala el diario electrónico The Huffington Post, una persona suele pasar tres horas diarias viendo televisión, lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón, sobrepeso, diabetes.
“Pasar muchas horas viendo televisión provoca casi los mismos efectos en el cuerpo que el tabaquismo, colesterol alto o sufrir de presión arterial. Esto porque fomenta el sedentarismo”, afirma dice Stephen Kopecky, médico cardiólogo y profesor de medicina en Mayo Clinic,en declaraciones recogidas por el portal especializado Salud 180.
Pero no sólo consecuencias física trae este hábito sino también problemas emocionales y mentales. Revisa a continuación algunas consecuencias de este problema.

Depresión
Pasar mucho tiempo viendo televisión provoca en algunas personas aislamiento y soledad, especialmente en aquellos que tienen una personalidad inestable y de por sí solitaria.
A esto se suma que también existe la posibilidad que algunos programas con temas o personajes con complicaciones emocionales, pueden terminar influyendo negativamente en el ánimo de uno de sus televidentes, quienes se involucran demasiado en sus historias.

Según un estudio realizado por Yoon Sung, un investigador de la Universidad de Texas, pasar mucho tiempo viendo televisión -o en su defecto Netflix-, podría terminar provocando depresión, ya que muchas personas usan estos programas para refugiarse y bloquear sus propios sentimientos y realidad.
“Los adictos a los programas de televisión llegan a descuidar su trabajo y relaciones con familiares o amigos. A pesar de estar conscientes de ello, les es difícil resistir el deseo de ver episodios continuamente”, dice Sung.

Obesidad
Uno de los problemas más comunes y conocidos de pasar mucho tiempo frente a la TV es la obesidad, y así lo demostró un estudio de realizado por investigadores de la Harvard School of Public Health.
Según la investigación, los niños tienen más probabilidades de aumentar de peso cuando tienen la televisión en su pieza, ya que no sólo no realizan actividad física, sino que también tienden a consumir más calorías de las recomendadas al día. Esto último se debe a que al estar desocupado les da más hambre y la publicidad de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas los incitan a preferir estos alimentos en lugar de comida saludable.

Por su parte, el artículo también señala que “las mujeres que pasan dos horas al día viendo sus programas favoritos tienen 23% más riesgo de sufrir obesidad, comparadas con quienes no lo hacen”.

Diabetes tipo 2
Una de las consecuencias más peligrosas de pasar un tiempo prolongado viendo TV, es que existen más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, según consigna un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association.

La investigación afirma que “por cada dos horas adicionales que se pasa frente al televisor, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta un 20%”, consigna la publicación.
Esto se debería a que permanecer sentado por varias generaría cambios nocivos en la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de las grasas. A lo cual se suma que los adictos a la televisión dejan de dar 1500 pasos al días.

Vista cansada
Muchas horas de ver televisión generan fatiga visual y dolores de cabeza, así lo confirma Norman Saffra, presidente de oftalmología del Centro Médico Maimonides en Brooklyn, Nueva York
Estos problemas aumentan cuando se prefiere ver TV con la luz apagada, por lo que la recomendación es encender la luz y descansar la vista durante los comerciales.

Si bien los médicos no llaman a dejar de ver televisión por completo, sí recomiendan disminuir a la cuota a dos horas por día, aumentar la actividad física y preferir comidas saludables para acompañar un buen programa.