14 de noviembre de 2008
A QUIENES UTILIZAN LAS DESCALIFICACIONES Y NO LOS ARGUMENTOS EN EL DEBATE POLÍTICO
Discrepar es de la esencia de la democracia. Bien entonces que se expresen los puntos de vista, se contrapongan y se discutan, incluso con apasionamiento. Eso le hace bien a la política. Sin embargo, existen momentos en que los ánimos […]
Discrepar es de la esencia de la democracia. Bien entonces que se expresen los puntos de vista, se contrapongan y se discutan, incluso con apasionamiento. Eso le hace bien a la política. Sin embargo, existen momentos en que los ánimos se exacerban de manera peligrosa. Es entonces cuando las ideas comienzan a perder relevancia, y ganan terreno precisamente quienes carecen de ellas, y que precisamente por esta causa, utilizan las descalificaciones, el lenguaje altisonante – aunque sin contenido -, las deslealtades y, en suma, todo aquello que es lo que hace que las personas comunes se vayan alejando de la política, y se formen la opinión de que ésta es sucia y despreciable. Que ocurra esto es delicado, y no sirve a los intereses verdaderos de nuestra comunidad. Lo que todos queremos es desarrollo y avances; un mejor futuro para nuestros hijos, una sociedad más justa y con valores. Por eso, todos debemos contribuir a que este clima de discordia marche en retirada.
A quienes se ciegan y favorecen el clima de odiosidades y desencuentros con descalificaciones, les dedicamos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
Operación “Manto de Seguridad Sur”.
Operación “Manto de Seguridad Sur”.