10 de diciembre de 2007
Cristina Fernández juró hoy como nueva Presidenta de su país, en una histórica ceremonia en la que recibió el mando de manos de su esposo, Néstor Kirchner.
Vestida de impecable blanco, la nueva Mandataria llegó hasta la sede del Congreso junto a su hija y su marido.
Posteriormente, la nueva Jefa de Estado ingresó a la sala en medio de fuertes aplausos de los asistentes a la ceremonia, entre ellos autoridades de diversos países.
Allí, con voz fuerte y segura, la Presidenta juró en su nuevo cargo por «Dios, la Patria y los Santos Evangelios», lo mismo que su vicepresidente, Julio Cobos. Luego, Fernández recibió de manos de su marido la banda presidencial y el bastón de mando.
«¡Viva la Patria!», fueron las palabras con la que la nueva Presidenta comenzó su discurso.
«Vengo a tomar posesión del cargo de Presidenta de la República Argentina, el honor más grande que puede tener un argentino o una argentina, ser elegida por sus compatriotas para representarlos», agregó la Mandataria.
Luego, Cristina Fernández tuvo palabras de elogio para la gestión realizada por su marido y aseguró que sus convicciones «son también las mías».
En su discurso, la Mandataria resaltó la presencia del Presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, a quien señaló que «no va a tener de esta Presidenta un solo gesto que profundice las diferencias que tenemos».
«Pero también con la misma sinceridad quiero decirle -continuó Fernández- que esta situación por la que atravesamos no nos es inmutable. Nosotros nos hemos presentado ante la Corte Internacional de La Haya porque se ha violado el Tratado del Río Uruguay al instalar las pasteras. Éste y no otro es el conflicto».
La Jefa de Estado también se refirió al caso de la rehén franco-colombiana secuestrada desde 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ingrid Betancourt, y renovó el compromiso de su país para ayudar en la crisis.
«Quiero comprometer el esfuerzo de nuestra diplomacia, de nuestro país y también solicitar a Dios que ilumine al señor Presidente de la hermana y querida República de Colombia (Álvaro Uribe) para poder alumbrar a una solución, sin que esto signifique inmiscuirnos en cuestiones internas de otro país», dijo Fernández.
«Pero creo en el derecho humanitario internacional que amerita que pongamos todo el esfuerzo para no llegar demasiado tarde. Argentina estará ayudando en todo lo que sea posible», agregó.
Asimismo, Fernández recordó el «reclamo irrenunciable a la soberanía sobre las Islas Malvinas» y llamó a Gran Bretaña a cumplir con el mandato de la ONU.
Al borde de las lágrimas, la Mandataria finalizó su discurso diciendo: «Dios me ilumine para que me equivoque lo menos posible (…) Lo voy a hacer como lo he hecho con todas las cosas que he emprendido en mi vida, con mis convicciones, con mis ideas y con el inmenso compromiso que tengo con mi Patria».
La nueva Presidenta se dirigirá ahora a la Casa Rosada, donde tomará juramento a sus ministros. Posteriormente, Fernández se reunirá con algunas de las autoridades que se trasladaron hasta la capital argentina para asistir a la ceremonia de cambio de mando, entre ellas la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Detenido en Santiago.
Detenido en Santiago.