MAL DORMIR PODRÍA ALTERAR HABILIDADES COGNITIVAS

El 18 de marzo es el Día Mundial del Sueño y muchos hablan de esto como una anécdota, sin embargo ¿sabemos realmente cómo afecta el sueño o el mal dormir en la vida diaria? Ponga atención, porque puede tener serias consecuencias que van desde bajo rendimiento en los estudios hasta problemas en el ámbito laboral.
El mal dormir repercute en nuestro comportamiento, capacidades, potencial cognitivo y motivación, entre otros. Además, tener un mal sueño puede desajustar los mecanismos que regulan el metabolismo, el sistema inmunológico y hasta el sistema hormonal.
Para el otorrino y especialista en medicina del sueño de Clínica INDISA, Dr. Roberto Arias, “cuando un paciente duerme mal despierta cansado, irritado, y durante el día tiene somnolencia, o sea anda con sueño toda la jornada. Esto puede llevar a que asimile menos los conocimientos, que tenga un menor raciocinio; incluso, se ha visto que los pacientes ven alteradas sus habilidades cognitivas”.

El mal dormir podría provocar un infarto
El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) está dentro de los trastornos respiratorios que afectan la calidad del sueño y puede provocar varias alteraciones importantes. ¿En qué consiste? Al dormir, hay un cambio en la frecuencia respiratoria: disminuye considerablemente o se producen pausas de esta.
De acuerdo al Dr. Arias, estas pausas pueden disminuir la concentración de oxígeno y generar una hipoxemia, o puede haber un aumento de CO2 y producir una hipercapnia. “Con el tiempo, ambas alteraciones van provocando una disfunción tanto cardiaca como cardiovascular. A estos trastornos, se les ha asociado que los pacientes tienen mayor cantidad de infartos al miocardio, más accidentes cardiovasculares, y pueden aumentar las arritmias al miocardio”, señaló el especialista.
Frente a este problema, el Dr. Roberto Arias, de Clínica INDISA, recomienda:

• Tener una rutina del sueño: ordenar los horarios al acostarse y al despertar. Lo ideal es que todos los días sea a la misma hora. Así, logramos ordenar nuestro organismo.
• Realizar actividad física: hacerlo de manera regular siempre suma a la hora de conciliar el sueño. Se deben evitar los deportes intensos antes de ir a dormir.
• La comida también afecta: se recomienda que la última comida no sea pesada y que se haga, al menos, 2 horas antes de dormir.
• Dejar los aparatos electrónicos antes de dormir: el dormitorio debe ser un lugar de descanso, por lo que el especialista recomienda no usar pantallas cerca de la hora del sueño.