30 de mayo de 2011
INVESTIGADOR DEL INIA KAMPENAIKE PUBLICA UN ARTÍCULO CIENTÍFICO SOBRE EL USO Y LA APLICACIÓN DE LAS PLANTAS NATIVAS, POR LOS ABORÍGENES DE FUEGO PATAGONIA
El investigador Erwin Domínguez del INIA Kampenaike publico recientemente un estudio que establece una primera aproximación sistematizada respecto a la información etnobotánica disponible sobre el uso y la aplicación de las plantas nativas, por las etnias australes de Fuego Patagonia. […]
El investigador Erwin Domínguez del INIA Kampenaike publico recientemente un estudio que establece una primera aproximación sistematizada respecto a la información etnobotánica disponible sobre el uso y la aplicación de las plantas nativas, por las etnias australes de Fuego Patagonia.
Domínguez señala que la etnobotánica es una ciencia que investiga la interacción de los grupos humanos con las plantas. En la actualidad, está ciencia se ha transformado en una disciplina con un papel protagónico en las metas de varios gobiernos, grupos indígenas organizados, centros de investigación, universidades y empresas nacionales e internacionales dedicadas a la seguridad alimentaría y farmacología. Con este trabajo se abra una senda para nuevos estudios relacionados a buscar en nuestra flora nativa recursos alimenticios.
El fruto crudo era usado como alimento por los Kawésqar.
Para el Etnolingüista Oscar Aguilera especialista en la etnia Kawésqar, el artículo de Erwin Domínguez «Flora de interés etnobotánico usada por los pueblos originarios: Aónikenk, Selk’nam, Kawésqar, Yagan y Haush en la Patagonia Austral» constituye un valioso documento para quienes estudian las etnias del extremo sur de América, puesto que en la literatura existente sobre estos pueblos no hay ningún documento que describa el tema con la precisión y detalle de este investigador. Sin duda tanto para el especialista como para el público general interesado en la etnobotánica, este trabajo será de gran utilidad.
Los trabajos, financiados con recursos del FNDR, abarcaron 19 cuadras y dos kilómetros de aceras, mejorando la seguridad y el entorno del tradicional barrio.
Los trabajos, financiados con recursos del FNDR, abarcaron 19 cuadras y dos kilómetros de aceras, mejorando la seguridad y el entorno del tradicional barrio.
