El nuevo ministro del Interior y Seguridad Pública, Mario Fernández Baeza (DC), dijo este miércoles en La Moneda, en su primer diálogo con la prensa tras la designación, que apoya y suscribe «sin doblez» el programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.

Tras conocerse esta mañana la renuncia -«por motivos de salud»- del ministro Jorge Burgos y el nombre de su reemplazante, numerosos periodistas, medios de comunicación, analistas políticos, parlamentarios y actores sociales pusieron foco en el perfil «conservador» del nuevo jefe del gabinete ministerial.

Se recordó, por ejemplo, que en 2002, siendo ministro secretario general de la Presidencia del Gobierno de Ricardo Lagos, le pidió al Mandatario que lo «liberara» de la discusión de la Ley de Divorcio -pese a que él le correspondía impulsar el proyecto- debido a un conflicto ético.

«Estoy contra el divorcio porque la Iglesia está contra el divorcio. No tengo idea de las razones teológicas, yo no soy teólogo, (pero) creo en todo lo que dice el cardenal. Él es mi autoridad religiosa», dijo Fernández en esa época.

Años después, en 2008, durante el primer Gobierno de Bachelet, siendo él ministro del Tribunal Constitucional, acogió una presentación de diputados de derecha que impugnaba la entrega de la píldora del día después.

«Respeto la opinión de la jerarquía de la Iglesia, lo que no quiere decir que vote de acuerdo a cómo ésta me indica o me obliga. Pero no puedo ocultar que la opinión de la Iglesia sobre determinados temas es importante en mi vida», explicó en dicha ocasión, recuerda esta tarde el diario La Segunda.
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Críticas

Estos antecedentes hicieron que, de inmediato, se hiciera presente la suspicacia respecto de su posición frente a la agenda «valórica» que impulsa el Gobierno, que, como es conocido, genera división en la Democracia Cristiana, su partido.

Cabe recordar que el propio ministro Burgos señaló en marzo que él mantenía «dudas» sobre la tercera causal del proyecto de aborto: la de violación.

«Renuncia un DC moderado y entra un DC conservador, anti aborto, divorcio, píldora del día después… PC dando vueltas en círculo», comentó en su cuenta de Twitter la ex ministra vocera del Gobierno de Sebastián Piñera Cecilia Pérez (RN).

«Esperamos que sea un conservador que no intente imponer convicciones personales a políticas públicas de todo un país», señaló en misma red social la diputada independiente Karla Rubilar, ex militante de RN y de Amplitud.

Camila Rojas, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, vocera de la Confech y militante de la Izquierda Autónoma, fue aún más dura y despidió a Burgos calificándolo como «represor de los movimientos sociales», para referirse a Fernández como un «gran fascista que votó en el TC contra la píldora del día después».
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Declaración de principios

Luego de efectuarse en el Palacio de La Moneda la ceremonia de traspaso de mando, Mario Fernández tuvo su primer «cara a cara» con la prensa en calidad de flamante ministro del Interior, nombramiento por el cual dijo estar «muy emocionado».

Consultado por la controversia que podría abrirse en el Gobierno a raíz de sus posturas personales frente a la referida agenda «progresista» de Bachelet y, en particular, por el proyecto de aborto, Fernández aseguró: «Nunca he mostrado discrepancia con ese proyecto».

«Yo estoy de acuerdo con el programa de Gobierno. Soy parte de la Nueva Mayoría como democratacristiano y estoy, obviamente, de acuerdo con las iniciativas del Gobierno sin ningún doblez. Por lo tanto, el proyecto que envió la Presidenta respecto de la despenalización del aborto por tres causales muy concretas yo lo suscribo», declaró categórico.

Interrogado por el ánimo con el que asume el nuevo cargo, el jurista dijo observar «un gabinete afiatado» y señaló que «en términos de lo que son las tareas (del mando), hay una agenda de continuidad del Gobierno; en ningún caso es partir de cero».

«Creo que es una etapa compleja por la etapa preelectoral que hay y también porque hay varios proyectos muy importantes que están en plena tramitación parlamentaria, pero es lo usual de la democracia y yo me encuentro muy tranquilo frente a este tipo de desafíos», aseguró.