16 de octubre de 2015
Francisco Aguirre A.
De los casi 150 mil objetos observados por el telescopio Kepler, encargado de encontrar exoplanetas, sin duda la estrella KIC 8462852 es única en su tipo, por sus características y por la inquietud que en las últimas horas ha desatado en la comunidad científica.
La estrella, ubicada en la Vía Láctea a 1.500 años luz de la Tierra, tiene cerca de 1,5 veces el tamaño del Sol. Y orbitando a su alrededor, un grupo de científicos descubrió un extraño objeto (u objetos), que lejos de contar con un recorrido regular como todos los planetas, ha pasado con intervalos de entre 5 y 80 días, reduciendo su brillo hasta en un 22%.
Recordemos que en términos simples, uno de los métodos más utilizados para encontrar planetas es esperar a que transiten frente a una estrella como nuestro Sol y la tapen; si esto ocurre de forma regular, podemos concluir que se trata de un nuevo planeta.
Por lo mismo llama la atención lo ocurrido con KIC 8462852 y su «objeto». según la investigación, el seguimiento ha encontrado dos eventos detectados entre los días 788 y 795 de la misión Kepler, y entre los días 1510 a 1570.
Los científicos a cargo del estudio han determinado estos eventos como D800 y D1500.
Aunque la primera tesis de los astrónomos fue una falla en los equipos, luego de una inspección quedó descartada; lo mismo ocurrió con el impacto entre planetas. «Nunca hemos visto nada igual. Al principio pensamos que podía ser información errónea o movimientos del telescopio, pero todo estaba en orden», señaló Tabetha Boyajian de universidad de Yale.
Así, la posibilidad más cercana tiene que ver con una nube de cometas atraídos por una estrella cercana, sin trayectoria fija y que se encuentren pasando delante de la estrella de forma irregular. En este caso, hay que considerar que en las estrellas jóvenes este escenario es más habitual, pero de acuerdo a los datos KIC 8462852 parece tener las características de una estrella adulta. Y ahí el misterio.
La siguiente opción se relaciona con uno o dos cometas fragmentados, y que se encuentren recorriendo la órbita de la estrella a causa de la gravedad de una estrella cercana, pero tampoco es seguro.
Finalmente -y aquí lo extraordinario- es que incluso se ha llegado a hablar de una o más estructuras artificiales creadas por seres inteligentes. Aún así, siendo la última y menos probable de las alternativas, Boyajian no lo descarta del todo: «se parece a lo que esperamos que una civilización extraterrestre pueda construir», indicó.
En cuanto a esta última alternativa, la responsable del estudio aseguró que trabajará junto al Instituto SETI (encargado de la búsqueda de vida en otros planetas) para que uno de sus satélites se oriente en dirección a la estrella y revele lo que hay detrás del sospechoso fenómeno.
En el caso de encontrar frecuencias de radio asociadas con la actividad descubierta en las estrella, se utilizarán radiotelescopios para verificar su origen, esperando los primeros, y más certeros resultados en enero de 2016.
Fuente: Discovery, New Scientist, The Atlantic
El taller se realizó en el marco del Programa de Acompañamiento a Organizaciones de Usuarios 2024 que ejecuta la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas en colaboración con la Universidad de Chile a través del Laboratorio de Análisis Territorial (LAT) de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
El taller se realizó en el marco del Programa de Acompañamiento a Organizaciones de Usuarios 2024 que ejecuta la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas en colaboración con la Universidad de Chile a través del Laboratorio de Análisis Territorial (LAT) de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.