9 de octubre de 2025
PLAN SALMÓN 2050: ¿POR QUÉ EN MAGALLANES NO ASPIRAMOS A SER NORUEGA? (POR CLAUDIO ANDRADE)
Noruega espera pasar en 20 o 30 años de US$10.000 millones en exportaciones de salmón a US$ 50.000 millones. En las Islas Malvinas, ya han anunciado que pretenden producir 50.000 toneladas en el futuro cercano.

Nuestro destino no está escrito. Quizás en las estrellas pero quién lo sabe. Hace 50 años, Magallanes era un lugar olvidado por los poderes centrales de un país humilde y que no tenía mayores aspiraciones.
Para entonces, Chile aparecía en el horizonte como una nación atada a la explotación de cobre y se situaba muy lejos de reconvertirse de una cultura agrícola a una fabril. Los análisis económicos del último medio siglo apuntaron siempre a que en el escenario mundial quien no producía tecnología jamás sería capaz de alcanzar la riqueza.
Los demás debían conformarse con vender a bajo precio sus materias primas, sus recursos más básicos. Desde el petróleo hasta sus vacas pasando por alguna fruta.
El tiempo demostró lo que equivocados que estaban estos análisis. Chile encontró su plataforma “financiera” y de gasto estructural en las ventas del cobre (todavía representan unos US$ 50.000 millones anuales en exportaciones), pero continuó explorando las posibilidades de su fruta, el mar y el vino.
En rigor, Chile había aprendido en los 80 y 90 numerosas lecciones de marketing cuando comenzó a posicionar sus vinos que luego expandió a otros productos. Para el 2000 era sencillo encontrar una botella de tinto chileno en Nueva York o Londres como si cualquier cosa. Y a precio de amigo.
Para el cambio de siglo Chile ya mostraba su poder de fuego. En apenas 25 años el país pasó de exportar de US$23.000 millones a más de US$ 100.000 millones ubicándose a la cabeza de las naciones exportadoras de Sudamérica junto a Brasil. Este último un buen cliente nacional, por cierto.
Chile no necesitó desarrollar una industria de vehículos, celulares o televisores para crecer económicamente. Aunque sí utilizó la tecnología y el conocimiento probado en otros países con el fin de darle un toque de distinción a sus productos alimenticios y materias primas. Esta es una de las claves de la expansión en el mundo. La otra, los numerosos acuerdos comerciales que mantiene con Europa, Estados Unidos y Asia.
En este contexto Magallanes transcurrió de la oscuridad económica a una luz que es cada día más fuerte en Latinoamérica. Sin embargo, ¿hemos encontrado ya nuestro límite? Sería una pena que pensemos de este modo.
En 1986 alrededor de 6000 personas visitaban el Parque Nacional Torres del Paine, hoy superan los 250 mil pero, sin duda, el número le queda chico al parque. El turismo genera alrededor de US$ 400 millones anuales en Magallanes. La cifra podría, debería, ser mayor.
El Chaltén, en Argentina, a sólo 400 kilómetros de Puerto Natales, recibe hoy 1 millón de visitantes anuales con mucha menos historia de promoción que Torres del Paine. De hecho, El Chaltén fue fundado en 1985.
Apenas un ejemplo. El Parque Nacional de Yellowstone, de dimensiones similares al Paine, recibe a casi 5 millones de visitas al año.
Volviendo al principio, el destino no está escrito, como no está escrito que estemos en el límite superior del crecimiento de Magallanes. El Chaltén es otra muestra de lo que podríamos hacer en materia de llegadas.
Lo mismo ocurre con la salmonicultura. Hace 40 años había proyectos incipientes a las afuera de Puerto Natales y hoy la industria es la mayor generadora de divisas en la región con alrededor de US$ 650 millones anuales. Más 7000 trabajan en la actividad. Solo en Natales superan los 3000.
En la década de los 70, gran parte de los varones de la localidad trabajaba en Yacimientos Carboníferos Fiscales, en Río Turbio (Argentina).
Se estima que el sector produce alrededor de 160 mil toneladas anuales en Magallanes. ¿Eso es todo lo que podemos hacer? Países como Noruega no tienen ninguna duda en expandir su producción ¿Por qué somos tan tímidos en Chile?
Noruega espera pasar en 20 o 30 años de US$10.000 millones en exportaciones de salmón a US$ 50.000 millones. En las Islas Malvinas, ya han anunciado que pretenden producir 50.000 toneladas en el futuro cercano. Algo que sin duda generará conflictos con la Argentina donde aun hay zonas del sur del país donde está prohibida la explotación.
No obstante, como se ve, Chile no está solo en este mercado donde se combinan la alta producción con la más alta calidad en lo producido. No es casual que el salmón chileno lleve encima la etiqueta de la “mejor proteína del mundo”.
Tal vez la verdadera pregunta de fondo sea ¿por qué en Chile y en especial en Magallanes no aspiramos a ser Noruega? No tenemos petróleo pero albergamos turismo, gas, potencial para el hidrógeno, minería y salmonicultura.
Eduardo Frei y Evelyn Matthei se atrevieron a poner sobre la mesa política la discusión acerca del verdadero potencial de la industria. Ambos han mencionado la posibilidad de duplicar o triplicar la producción para alcanzar estándares inéditos en el país. Noruega imagina quintuplicar ¿Por qué dudamos?
Magallanes reúne todos los elementos necesarios para convertirse en la primera región desarrollada del país. Incluso en el marco de un Chile estancado desde hace una década, la región tiene el turismo y la salmonicultura como punta de lanza irreductibles. Acompañados por la pesca y la industria en general.
Días atrás comparábamos parámetros entre Magallanes y Noruega, uno de los países con la más alta calidad de vida. El salario promedio noruego es de unos US$ 5000 contra los alrededor de US$ 1000 de Magallanes. El alquiler de un departamento con un dormitorio en la Noruega urbana ronda los US$ 1000, en la rural unos US$ 800. Es decir, una quinta parte del salario promedio. En Magallanes el alquiler de una cabaña alcanza los US$ 600 a US$ 700. Más de 50% del salario promedio.
En 2024 Chile exportó por US$ 100.000 millones y Noruega por US$ 277.000 millones. En 2024, la industria noruega exportó por unos US$ 10.000 millones y Chile por alrededor de US$ 6500 millones.
Claro, gracias a su petróleo Noruega tiene un fondo soberano de 1,75 billones de dólares.
El crecimiento de la región depende de las decisiones empresariales, pero sobre todo políticas que se empecinen en crecer y no poner palos a la rueda. En el otro “sur”, lo entienden perfecto.
Imitemos.
Fuente: zonazero.cl

Personas con subsidio DS1 vigente sin aplicar podrán postular a una de las 250 viviendas de este nuevo barrio de Punta Arenas, en el marco del Plan Urbano Habitacional y el Plan de Emergencia Habitacional.
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