1 de septiembre de 2010
Año a año por esta época los decomisos de centolla y el faenamiento clandestino de este apreciado recurso son tema de los espacios informativos.
Personal de Sernapesca, funcionarios de la Armada y de las policías, despliegan en la medida de sus posibilidades, las labores de fiscalización, logrando desbaratar apenas una ínfima parte de la red clandestina que durante años, sino décadas, viene lucrando con una actividad que no respeta las vedas, ni las restricciones sobre centollas hembras o bajo la talla. Las ganancias son tan importantes, que todas las piezas de este engranaje funcionan de manera perfecta, y el ilícito continúa prácticamente con los mismos protagonistas, a quienes en el peor de los casos les toca alguna multa que cancelan gustosos, ya que representan cifras ridículas comparadas con las utilidades que produce la comercialización de este crustáceo al que han venido explotando sin misericordia, al punto de poner en riesgo su preservación.
Todas las medidas que en estos años se han adoptado, demuestras ser insuficientes, ya que no logran poner atajo a este delito.
Mientras las sanciones sean, como hasta ahora, irrelevantes, el recurso centolla continuará siendo sobreexplotado hasta que ya no sea posible seguir haciéndolo debido a su extinción.
A esta situación alarmante, que no logra ser frenada, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
Fue transmitido por Polar Comunicaciones.
Fue transmitido por Polar Comunicaciones.