10 de junio de 2016
Se agradecen los esfuerzos de la Agencia de la Calidad de la Educación por llamar a no elaborar rankings, declarar que la calidad va más a allá de la aplicación de un instrumento, e intentar hacer comprensibles (con gráficos y recomendaciones) sus resultados. Sin embargo, las consecuencias negativas de su aplicación aún son visibles. Los profesores continúan sintiendo que ellos son evaluados (a pesar de que son sus estudiantes quienes rinden las pruebas), aún hay celebraciones para los profesores que tuvieron buen puntaje, las pruebas aún son aplicadas en un mismo momento, sin considerar las particularidades de los diferentes contextos escolares y regionales, todavía los estudiantes de bajos resultados son invitados a tomarse libre los días de aplicación, entre muchos otros ejemplos.
Si bien la inclusión de los Otros Indicadores de Calidad (OIC) ha contribuido a generar la idea de que la calidad es un concepto integral que sobrepasa los resultados, aún estamos lejos de lograr medir calidad. Un ejemplo de esto es que los cuestionarios enviados a los padres no dan espacio para captar las características y particularidades de cada estudiante.
El SIMCE es una medición que busca conocer la cobertura curricular, es decir, se realiza en base al cumplimiento del currículo nacional que establece el MINEDUC a partir de sus programas de estudio. En términos de medición, ahí radica el mayor de sus problemas, porque busca medir algo inalcanzable. Los programas son tan extensos en términos de contenidos espacio-temporales y en términos de desarrollo de habilidades, que su aplicabilidad es reducida, incluso en el más privilegiado de los contextos.
Entonces, el problema es más profundo que el SIMCE, es la desarticulación entre los creadores de política pública (Mineduc) y la realidad del sistema escolar. Si uno se fija quiénes han creado los programas de estudio, es decir, quiénes han definido el currículum nacional, raramente han sido profesionales de la educación con vasta experiencia en aula. Son profesionales con grados de doctor y magister, especialistas en la materia, pero carecen del conocimiento de lo que significa enseñar en una sala de clases.
Para finalizar, los invito a ponerse en los zapatos de un profesor que recibe los resultados del SIMCE ¿qué hace uno con una sugerencia del tipo: con este puntaje usted puede reflexionar sobre la sinergia que existe entre estos y los otros resultados educativos, para elaborar un diagnóstico anual que considere los diversos aspectos fundamentales para el aprendizaje? Este es el tipo de indicaciones que da la Agencia de la Calidad a los profesores. ¿Cómo eso nos permitiría conocer por qué los estudiantes no lograron comprender un tema? No hay que ser profesor para darse cuenta que las mediciones estandarizadas poco pueden decirnos sobre los progresos y desaciertos de un curso. No han sido creadas para eso, entonces ¿por qué insistir en que un sistema que las utiliza puede darnos indicadores de cómo pueden los estudiantes chilenos aprender más y mejor?
Dra. Carmen Gloria Zúñiga
Académica
Núcleo Investigación en Educación
Universidad Andrés Bello
La "Dama Blanca" participará en diversas actividades durante la semana de Fiestas Patrias en la capital de Magallanes y la Antártica Chilena.
La "Dama Blanca" participará en diversas actividades durante la semana de Fiestas Patrias en la capital de Magallanes y la Antártica Chilena.