¿POR QUÉ NO SE ADVIERTE LA AURORA AUSTRALIS EN LA REGIÓN DE MAGALLANES?

“La explicación a este problema es que la Aurora Australis no se encuentra rodeando el polo sur geográfico sino que se encuentra rodeando el Polo Sur Geomagnético, el cual se encuentra cerca de la Base Vostok”, afirma Esquivel.

Nueva Zelanda, Chile, Argentina, Australia e islas del Océano Índico y el Antártico, comparten la mayoría de las fascinantes características que acompañan las latitudes subantárticas, así en todas existen todo tipo de glaciares, abundante fauna marina, exótica fauna terrestre, la convivencia de climas templados fríos , tundra y desértico por efecto de altura a muy corta distancia, vientos polares que otorgan una pureza inigualable a la atmósfera, fiordos e islas que entre muchas otras otorgan al subantártico un imán para el turismo de élite y la investigación científica.

Sin embargo Christchurch, Welligton, Tasmania, isla Kerguelen gozan de algo de lo cual Magallanes no goza, cual es la posibilidad de ver regularmente durante las noches la Aurora Australis.

La explicación a este problema es que la Aurora Australis no se encuentra rodeando el polo sur geográfico sino que se encuentra rodeando el Polo Sur Geomagnético, el cual se encuentra cerca de la Base Vostok.

Así si el Polo Sur geográfico se encuentra a 4.029 kilómetros de distancia de la ciudad de Punta Arenas, el Polo sur Geomagnético en donde gira la Aurora se encuentra a 5.242 kilómetros de distancia de Punta Arenas, demasiado lejos para ser vista desde el nivel del mar.

Desde el espacio exterior la aurora austral se aprecia sobre la región polar mientras ésta se encuentra a oscuras, observándose un anillo ovalado resplandeciente alrededor del polo geomagnético.

La existencia de Campo Magnético denominado Magnetósfera permite que la Tierra esté protegida del Viento Solar compuesto de partículas de alta energía que mataría la vida en la Tierra de no contar con dicho escudo. Las partículas del viento solar que son detenidas forman los cinturones de Van Allen. En los polos magnéticos, las zonas en las que las líneas del campo magnético terrestre penetran en su interior, parte de las partículas cargadas son conducidas sobre la alta atmósfera produciendo las auroras boreales o australes al chocar con moléculas de gas compuestas por nitrógeno, oxígeno, argón entre otros Tales fenómenos aurorales han sido también observados también en Júpiter y Saturno.

Cabe señalar que las tormentas magnéticas se producen por una eyección de masa coronal del Sol que apuntó directo a la tierra y choca con el escudo magnético terrestre presionándolo.

La Aurora se aprecia como un manto en donde la porción superior, el borde inferior está bien definidas y alcanza una altura de aproximadamente 100 km, mientras que la frontera superior es más bien difusa, extendiéndose generalmente hasta unos 400 km y en algunas ocasiones hasta los 1000 km, Las formas que presentan las auroras son generalmente descritas en términos de cinco categorías bastante amplias: Los Arcos, los cuales son rayos de luz que se curvan suavemente y tienen los bordes inferiores lisos y bien definidos, las Bandas que son arcos que han desarrollado torceduras o dobleces en las partes inferiores; las Manchas, que parecen nubes de luminosidad confinadas a regiones pequeñas; Los Velos, los cuales son como sábanas de luminosidad bastante uniformes que se extienden sobre regiones extensas, y, finalmente, Los rayos, que son, como su nombre lo indica, líneas de luz orientadas con respecto al campo magnético a un ángulo con la vertical. Estas formas, junto con las llamadas cortinas, tapices y las coronas rayadas, pueden ser homogéneas o estriadas. Como eventos temporales, las auroras pueden ser quietas o pulsantes, fluctuantes o flameantes, y pueden durar unos cuantos minutos o persistir durante horas.

Lamentablemente este bello espectáculo rara vez será visto en Magallanes, pero sí es posible que ante tormentas magnéticas muy poderosas alcance a ser visto en Villa Las Estrellas y gran parte de la Península Antártica. @prensaantartica

Crédito foto Chris Wilson, División Antártica Australiana.