13 de octubre de 2009
OVEJA NEGRA 13-10-9
De las múltiples disposiciones que en los últimos años se han incorporado a la Ley del Tránsito en un intento por prevenir accidentes de tránsito con consecuencias para las personas, la de prohibir que los niños viajen en el asiento delantero, en las faldas de un mayor, es una de las más efectivas.
Una conducta habitual de los padres, que se debió cambiar de manera radical debido a que frente a una colisión o choque, los niños viajando en estas condiciones sufrían las peores consecuencias, al quedar desprotegidos, sin cinturón de seguridad que les protegiera.
Sin embargo, pese a la racionalidad de esta medida tan atinada y prudente, todavía son muchos los conductores que no la aplican, insistiendo en viajar con niños, incluso lactantes, en el asiento delantero, en brazos de un adulto, lo que les deja en la más completa indefensión frente a un impacto, incluso a baja velocidad. La situación se da aun en vehículos de locomoción colectiva, lo que constituye una imprudencia mayor.
Es evidente que quienes todavía no cumplen a cabalidad con esta normativa lo hacen principalmente por desconocimiento, ya que nadie quiere que a sus pequeños les ocurra una situación grave por no adoptar esta preventiva conducta.
A quienes desatienden esta necesaria norma de tránsito que busca proteger la integridad física de los pasajeros niños o lactantes, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
El hombre sufrió serias lesiones en una de sus extremidades durante una maniobra, lo que obligó a una evacuación de emergencia coordinada por la Capitanía de Puerto de esta aislada localidad de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
El hombre sufrió serias lesiones en una de sus extremidades durante una maniobra, lo que obligó a una evacuación de emergencia coordinada por la Capitanía de Puerto de esta aislada localidad de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.