1 de octubre de 2009
El año pasado Carabineros inició una campaña para cursar partes de cortesía a los transeúntes que cruzaran la calzada a mitad de cuadra. Ésta duró pocos días, puesto que esta costumbre está tan arraigada en todos nosotros, que ni aunque pusieran un carabinero por cuadra se habría logrado un resultado exitoso, sin descuidar tantas otras funciones que debe atender la policía uniformada. De este modo, la campaña se volvió a archivar, y ningún peatón ha sido multado en serio por no respetar esta norma de tránsito.
Si bien tendremos que aceptar que todavía no es posible pretender que esta conducta se elimine, nos parece que al menos podemos intentar corregir otra que sí es imprescindible eliminar y que muchos peatones cometen. Se trata de que todos entendamos que las luces del semáforo son señales no sólo para los conductores, sino que también para los transeúntes.
En las calles céntricas de nuestra ciudad, es recurrente que los peatones se desentiendan de la luz del semáforo, y crucen con rojo. Es un actitud temeraria que no se da prácticamente en ninguna otra ciudad, y cuando ocurre termina en un atropello.
Si bien la mala costumbre de cruzar la calzada en lugares distintos de las esquinas puede permanecer por ahora sin sanción, nos parece que la de no respetar el semáforo, no es posible que quede sin una multa – sea parte de cortesía o real – porque produce graves riesgos de accidentes.
A esta mala costumbre que debemos cambiar de manera urgente, damos hoy nuestra Oveja Negra de Polar.
Soy reportero.
Soy reportero.