La Opinión Austral
El Calafate, (Corresponsal).- Un muchacho de 28 años y un chico de 15 años fueron las víctimas fatales en un accidente que, por sus características, no deja de sorprender a los vecinos de la villa turística.
Claudio Alejandro Vernio era el dueño y conductor de un Chevrolet Astra que en la mañana del domingo transitaba a más de 100 kilómetros por hora por el Paseo Costero de la villa turística.
El hombre murió en el acto luego de su automóvil derrapara casi 50 metros en el pavimento, sobre su mano, e impactara con uno de los postes de alumbrado público, situado en el boulevard.
A su lado viajaba su cuñado de 15 años de edad, Nahuel Farías, un chico que jugaba al fútbol en las divisiones inferiores del club local Deportivo Esperanza.
El jovencito resultó con fracturas en brazos y piernas, lesiones en sus órganos internos y un traumatismo de cráneo que le causó muerte cerebral y luego el deceso, alrededor de las seis y diez de la tarde del mismo domingo.
Nahuel era el hermano de la esposa de Vernio, un matrimonio que dos meses atrás había tenido su primera bebita.
Además, otros tres jóvenes permanecen internados en el hospital local con serias complicaciones, pero hasta el cierre de la presente edición sin peligro para sus vidas.
El director médico Rodrigo Sabio dio a conocer un parte médico que detalla las lesiones y atenciones que recibió cada paciente.
Así, la corresponsalía de La Opinión Austral pudo saber que Micaela Alvarez, de 15 años de edad, está internada con fractura de pelvis y luxación sacroilíaca izquierda, por lo que será intervenida quirúrgicamente.
José Vivar de 26 años de edad está internado con una herida grave de pie izquierdo, con fractura expuesta de calcáneo y lesión severa de partes blandas. Al chico se le hizo una cirugía urgente de orden traumatológico.
Denalin Mansilla, de 17 años, también quedó internada con policontusiones y trauma en su pie derecho.
Fue justamente esta última chica quien, estando internada, alcanzó a relatar algunos detalles del accidente a sus familiares.
La Opinión Austral pudo saber que la joven contó que antes del impacto le había gritado al conductor “pará, pará”, por la alta velocidad a la que conducía, pero Vernio no hizo caso y aumentó la velocidad.
Impacto a alta velocidad
Los muertos y lesionados son resultado de un impacto a alta velocidad que protagonizó un Chevrolet Astra que terminó partido en dos. El vehículo había salido de una rotonda a 300 metros para tomar una recta y luego una curva de baja graduación, a partir de la cual se desestabilizó.
El auto siguió unos 50 metros por el pavimento, pero ya con sus ruedas cruzadas, hasta montarse al boulevard y golpear de costado y en su medio con la torre de iluminación.
El auto se partió en dos. Sus mitades quedaron encima del césped, junto al poste que fue doblado.
El motor del automóvil voló unos 5 metros hacia adelante, dato que da una idea de la fuerza del impacto y de la alta velocidad.
Un hombre que estaba estacionado cerca del lugar fue quien vio pasar al Astra a alta velocidad. En su relato a la Policía, calculó que el automóvil iría a unos 140 kilómetros por hora.
El caso causaba impacto en la ciudad de El Calafate. Hace unos veinte años que no ocurría un accidente urbano con dos muertes y con características como las descriptas.
Además entre los lesionados hay integrantes de conocidos vecinos. Micaela Alvarez es una incipiente deportista a la que su abuelo, Aldo Aciar (reconocido deportista local), le inculca la actividad del ciclismo.
La paradoja se da por el lado de otro de los jóvenes lesionados. José Vivar es hijo del juez municipal de Faltas de la localidad.