Este día, el Gobierno chileno comunicó formalmente a diversos países del mundo que deseaba que: “la navegación por los estrechos de Magallanes sea siempre franca y libre para las naves de todo el mundo” y, al mismo tiempo, “declarar la neutralización de los mismos estrechos para el remoto e improbable evento de una guerra exterior”.
Esta declaración trasandina se originó en los cruces diplomáticos con la cancillería argentina a partir del establecimiento de Fuerte Bulnes en 1843 y de Punta Arenas en 1849.
En diciembre de 1847, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que ejercía las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, protestó por esa fundación ubicada al Este de la cordillera de los Andes, por considerar que “la anunciada colonia se halla situada en territorio de esta República y que ocupando el mismo lugar que en tiempo de la monarquía española tuvo el puerto de San Felipe, conocido hoy por la generalidad de los geógrafos por puerto del Hambre, está en la parte más austral de la península de Brunswick, y por consiguiente, casi al centro del Estrecho”.
Estas divergencias sobre la soberanía en el estratégico paso bioceánico, despertaron inquietudes en las potencias de la época, por las derivaciones que podían surgir en caso de establecerse limitaciones al libre tránsito entre el Pacífico y el Atlántico.
Luego de muchas tratativas, el 23 de julio de 1881, se firmó un tratado entre ambos países que dividió imprecisamente la Patagonia por la cordillera de los Andes hasta el paralelo 52° Sur, reconocía como chilenas las costas del estrecho de Magallanes y dividía la isla Grande de Tierra del Fuego entre los dos países.
Con respecto al estrecho de Magallanes, se determinó que quedaba “neutralizado a perpetuidad y asegurada su libre navegación para las banderas de todas las Naciones. En el interés de asegurar esta libertad y neutralidad no se construirán en las costas fortificaciones ni defensas militares que puedan contrariar ese propósito”.
Con respecto a Tierra del Fuego, se dispuso trazar “una línea que, partiendo del punto denominado Cabo del Espíritu Santo (…) se prolongará hacia el Sur (…) hasta tocar en el Canal “Beagle”. La Tierra del Fuego dividida de esta manera será Chilena en la parte occidental y Argentina en la parte oriental”.