19 de junio de 2024
PANORAMA DE CHILE: SEGURIDAD PARA INSTALACIONES DE HIDRÓGENO Y CAMBIO A CONCESIONES DE ENERGÍA GEOTÉRMICA
El documento, conocido como Decreto Supremo N°13 de 2022 y que entrará en vigor el 24 de junio, fija requisitos mínimos de seguridad para instalaciones estacionarias que produzcan o consuman hidrógeno como recurso energético.
REGLAMENTO DE SEGURIDAD PARA HIDRÓGENO
La Contraloría General de Chile aprobó un proyecto de decreto que establece reglas de seguridad para instalaciones de hidrógeno.
El documento, conocido como Decreto Supremo N°13 de 2022 y que entrará en vigor el 24 de junio, fija requisitos mínimos de seguridad para instalaciones estacionarias que produzcan o consuman hidrógeno como recurso energético.
La última categoría abarca pilas de combustible y sistemas de combustión para aplicaciones industriales y generación de energía.
Las reglas se aplicarán en todas las fases de la vida útil de un proyecto, desde el diseño y la construcción hasta la operación, la modificación y el eventual desmantelamiento. El regulador de electricidad y combustibles, SEC, desempeñará un papel de monitoreo.
El cambio de reglas se encuentra entre los objetivos y metas de la estrategia nacional de hidrógeno 2020 y su plan de acción de hidrógeno 2023-2030.
Las estaciones de servicio de hidrógeno, las redes de transporte y distribución de hidrógeno, los vehículos impulsados por hidrógeno y los vehículos que transportan hidrógeno no entran en el ámbito de aplicación de la normativa.
Chile tiene alrededor de 70 proyectos de hidrógeno verde anunciados de forma pública, algunos dirigidos al consumo interno, otros a los mercados de exportación, mientras que otros están orientados a ambos.
El texto aprobado se puede descargar en la sección Documentos en la esquina superior derecha de la pantalla.
CAMBIOS A CONCESIONES DE ENERGÍA GEOTÉRMICA
El Congreso dio luz verde a un proyecto de ley que modifica el marco de concesiones de energía geotérmica de Chile e introduce otros cambios.
Un componente clave es una medida que exime, de tener que obtener una concesión geotérmica, a los proyectos que aprovechen recursos geotérmicos a profundidades inferiores a 400m metros y con una temperatura promedio inferior a 90°C.
La medida está diseñada para ayudar a estimular la adopción de sistemas de energía geotérmica de baja entalpía (o de poca profundidad).
También se propone el establecimiento de un registro de proyectos y normas de seguimiento y seguridad.
Los proyectos que queden fuera de los parámetros de profundidad y temperatura deberán solicitar una concesión. El marco de concesión se diseñó originalmente teniendo en mente plantas de escala comercial.
Se ve potencial en Chile para sistemas de bombas de calor geotérmicas. Con las unidades geotérmicas, los recursos de energía geotérmica (la tierra o el agua subterránea) se pueden utilizar con una bomba de calor para calentar y enfriar hogares, fábricas e invernaderos, entre otras aplicaciones. Se han instalado algunos sistemas.
Los beneficiarios de esta gama de medidas incluyen los sectores residencial e industrial, dado que las bombas de calor geotérmicas pueden instalarse en cualquier lugar donde exista demanda térmica y para satisfacer una amplia variedad de aplicaciones. Estas van desde pequeños proyectos que suministran calefacción y refrigeración a viviendas individuales hasta proyectos de mayor envergadura para escuelas, hospitales y edificios públicos.
Además, este tipo de proyectos se pueden implementar en edificios comerciales, instalaciones turísticas, producción de viñedos, agroindustria y minería.
Las soluciones geotérmicas, a pesar de que normalmente necesitan un mayor desembolso inicial, logran mayores eficiencias y tienen potencial para reducir el uso de energía entre un 70% y un 80%, según el Departamento de Energía de EE.UU.
En pocas palabras, las bombas de calor utilizan electricidad para transferir calor de un espacio frío a otro caliente, y viceversa. Las bombas de calor, una alternativa energéticamente eficiente a las estufas y los aparatos de aire acondicionado tradicionales, se están promoviendo en EE.UU. y Europa como herramienta para reducir las emisiones de carbono producidas por la calefacción y la refrigeración de los edificios.
La variante más común es la bomba de calor de aire, que puede absorber calor del aire exterior de un edificio y liberarlo en el interior, incluso cuando las temperaturas exteriores son bajas.
Fuente: bnamericas.com
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