22 de julio de 2024
James Calaway, fundador y presidente de MAE Energy, que está tramitando ante el SEA el proyecto Volta en Mejillones, afirmó que “necesitamos reducir los altos costos sistémicos para que no se transformen en una barrera” para el despliegue de la industria para elaborar además amoniaco usando energías renovables. También pidió avanzar en el fomento a tecnologías de almacenamiento.
El despliegue de la industria del hidrógeno y el amoniaco verde en Chile enfrenta varios desafíos. Uno de ellos son los costos sistémicos de la energía, aspecto fundamental para las firmas que buscan desarrollar proyectos de generación limpia, ya sea solar o eólica, para abastecer a las plantas de electrólisis que separan las moléculas de hidrógeno y oxígeno presentes en el agua, para la obtención de los energéticos.
Esta discusión estuvo presente parte en el evento “Unlocking Green Hydrogen Development in South America (Desbloqueando el desarrollo del hidrógeno verde en Sudamérica)”, organizado en la ciudad de Washington DC, Estados Unidos, por el Wilson Center y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), realizado el martes de esta semana.
Allí participaron José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo; Rafael Matas Trillo, jefe de la Región Andina y líder del sector de Energía de BID Invest; y James Calaway, presidente y fundador de MAE, empresa que actualmente está desarrollando el proyecto Volta en la localidad Mejillones, Región de Antofagasta.
En su intervención, Calaway alabó las condiciones de competitividad que posee Chile y, en particular, Mejillones, “uno de los mejores lugares del mundo para desarrollar la industria del hidrógeno y amoníaco verde”. El empresario indicó que el proyecto Volta busca transformar a Mejillones en un hub de desarrollo debido a sus capacidades únicas para la generación de energía solar, ya que está ubicado en la zona de mayor irradiancia solar del planeta, superior incluso a la del Desierto del Sahara.
“Hemos estado trabajando muy duro en este proyecto, avanzando muy de cerca con la comunidad, nos hemos preocupado por escuchar (…) Somos el proyecto de amoníaco verde más avanzado de Atacama y estoy orgulloso de eso, sobre todo por el aporte de nuestro equipo, compuesto totalmente por profesionales chilenos muy talentosos. Hay gran potencial y habilidades en este país”, apuntó.
Sin embargo, Calaway planteó que el desafío de la industria es aumentar los factores de planta, es decir, el número de horas que una planta debe estar operando. “En el corto plazo necesitamos conectarnos a la red mientras se van consolidando los avances en almacenamiento de energía. Y es en este contexto temporal, que necesitamos reducir los altos costos sistémicos para que no se transformen en una barrera”, señaló. Este ámbito es uno en que Calaway ve una posible área de apoyo gubernamental de carácter transitorio a la industria y que signifique una especie de puente hasta que el almacenamiento se consolide como una alternativa real y económicamente viable. En esta línea explicó que actualmente uno de los problemas que existe es que Chile es uno de los lugares más baratos para proveer energía durante el día, pero no así durante la noche.
El presidente de MAE destacó que contar con tecnologías de almacenamiento como parte de la solución energética de la industria sería un hito fundamental para el país en su carrera por posicionarse como un líder en la industria global. “El escenario será muy distinto si Chile logra avanzar en medidas para reducir cargos sistémicos y asegurar el almacenamiento de energía”, señaló Calaway, cerrando que “es la oportunidad de transformar al país en un competidor líder de la industria a nivel global”.
MAE está desarrollando en la región de Antofagasta el proyecto Volta, una de las iniciativas de hidrógeno y amoníaco verde que tiene mayor estado de avance en el norte de Chile. Actualmente está en evaluación ambiental y considera un monto de inversión de US$2.500 millones, siendo el sexto de mayor inversión dentro de la cartera de proyectos de hidrógeno verde que tiene catastrados la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile).
El proyecto contempla la construcción de una planta de hidrógeno verde como insumo intermedio para producir 620.000 toneladas al año de amoníaco.
Según comentó Calaway, la ubicación escogida por MAE para desarrollar su planta, en Mejillones es que la ciudad “ya es el lugar donde todo el amoníaco que entra en el país llega a ese puerto”, por lo que existe conocimiento de la industria, por la demanda de dicho producto para la industria minera.
Fuente: latercera.com
Cabe destacar que tras la apertura, el tránsito contará con restricciones de velocidad debido a que las obras aún se encuentran en ejecución, estimándose la finalización del contrato para marzo de 2025.
Cabe destacar que tras la apertura, el tránsito contará con restricciones de velocidad debido a que las obras aún se encuentran en ejecución, estimándose la finalización del contrato para marzo de 2025.