28 de mayo de 2025
Un estudio realizado en la bahía Chile, identificó más de 2.400 nuevos genomas virales en la Antártica, incluyendo virus gigantes y bacteriófagos antes desconocidos.
El equipo fue liderado por la Dra. Beatriz Díez, académica de la Universidad Mayor e investigadora del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG) y tomó más de una década de trabajo.
Los científicos revelaron la existencia de miles de genomas virales desconocidos hasta ahora. Estos hallazgos destacan las adaptaciones únicas de los virus al frío extremo y su impacto en la cadena trófica de este ecosistema polar. “Son clave para comprender cómo el cambio climático podría afectar uno de los ecosistemas más frágiles y fundamentales del planeta”, precisó Díez.
Esto aporta nueva evidencia sobre el papel clave de los virus marinos en la regulación de los ciclos de nutrientes y la estabilidad del ecosistema polar. En particular, los virus que infectan al fitoplancton y bacterioplancton influyen directamente en los productores primarios del océano y, por ende, afecta a toda la red alimenticia que sustenta al kril, peces, aves y a mamíferos marinos como focas y ballenas.
Los nuevos genomas virales en la Antártica
En las expediciones organizadas por el Instituto Antártico Chileno (INACH), también se detectaron proteínas virales con modificaciones estructurales que les permiten funcionar a temperaturas bajo cero, lo que demuestra su capacidad de adaptación y supervivencia en condiciones extremas.
Se confirmó que estos virus facilitan la transferencia horizontal de genes, promoviendo la evolución y adaptación de las comunidades microbianas locales y fortaleciendo su resiliencia ante los cambios ambientales.
Los hallazgos igualmente evidencian el papel clave de los virus en la cadena trófica, regulando la abundancia de bacterias y fitoplancton, con impactos a gran escala en todo el ecosistema marino antártico. “El plancton es la base de la cadena alimentaria en la Antártica, pero su relación con los virus es lo que realmente determina la salud y estabilidad de este ecosistema”, señala Díez.
El equipo científico advierte que el cambio climático está alterando las condiciones ambientales de la península Antártica, una de las zonas que se calienta más rápido en el planeta. Esto podría modificar la composición del fitoplancton, impactando a toda la fauna antártica dependiente de estas microalgas.
Este último es un importante punto, ya que la Antártica, que absorbe cerca del 20% del CO₂ del planeta, desempeña un papel estratégico como sumidero de carbono, donde su microbioma marino es un elemento clave en este proceso.
“Conocer y proteger la biodiversidad microbiana es fundamental, para el futuro del equilibrio climático del planeta”, concluye la investigadora.
Fuente: biobiochile.cl
Se trata del primero de ocho tramos de una avenida de alto estándar de 10 kilómetros de extensión, que conectará completamente el sector poniente de Punta Arenas desde su acceso por la Ruta 9 Norte, hasta calle Santa Juana al sur de la capital regional.
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